Toda Europa se prepara para un invierno realmente difícil: la inflación, la subida de los precios de la energía y la guerra económica con Rusia hacen que los países del viejo continente hayan decidido tomar medidas drásticas para evitar cierres.
Todo el mundo en Europa sabe que desde que Rusia corte el grifo de nuestros oleoductos, el invierno va a ser duro y muy frío. Los países del norte de Europa viven principalmente del gas ruso, y la situación actual hace más que posible un corte de gas en unos meses.
Para todo esto, los gobiernos de países como Alemania o Finlandia advierten a la población de un posible racionamiento energético en los meses más duros del invierno. Los consejos para evitar esta situación son los de siempre: poner la calefacción a 21 grados, el aire acondicionado a 26 grados…
Estos consejos, que tienen solo unos pocos grados de diferencia, pueden significar la diferencia entre ahorrar gasolina para las reservas de invierno o obtener lo suficiente. Y como pasa lo segundo, en Finlandia lo tienen claro.
Según leemos en los medios, la compañía eléctrica Fingrid, de origen finlandés, está anunciando posibles cortes de luz para este invierno. Según lo planeado, solo dos horas al día de suministro eléctrico.
“En caso de corte de energía, el consumo se puede reducir en un máximo de dos horas. Las interrupciones planificadas se notificarán con anticipación.”, explica la compañía a través de los medios del país nórdico.
El responsable de anunciarlo ha precisado que La medida obedece al abandono del petróleo y gas ruso en el marco de las sanciones impuestas por la guerra en Ucrania. Tal y como ha indicado la compañía, estos productos son “extremadamente difícil de reemplazar”.
Por supuesto, llegar a esta situación será excepcional, solo como último recurso en una situación totalmente desfavorable, el objetivo es evitarlo.
En España no tendremos que hacer frente a esta situación por varios motivos. Primero, porque recibimos el 50% de nuestra energía de fuentes renovables (paneles solares, molinos de viento…); y segundo, porque nuestro gas viene de Argelia, no de Rusia.
Por todo esto, no se preocupen, vamos a vivir un infierno blanco y duro, como si pareciera que lo van a sufrir en el norte del continente.
Toda Europa se prepara para un invierno realmente difícil: la inflación, la subida de los precios de la energía y la guerra económica con Rusia hacen que los países del viejo continente hayan decidido tomar medidas drásticas para evitar cierres.
Todo el mundo en Europa sabe que desde que Rusia corte el grifo de nuestros oleoductos, el invierno va a ser duro y muy frío. Los países del norte de Europa viven principalmente del gas ruso, y la situación actual hace más que posible un corte de gas en unos meses.
Para todo esto, los gobiernos de países como Alemania o Finlandia advierten a la población de un posible racionamiento energético en los meses más duros del invierno. Los consejos para evitar esta situación son los de siempre: poner la calefacción a 21 grados, el aire acondicionado a 26 grados…
Estos consejos, que tienen solo unos pocos grados de diferencia, pueden significar la diferencia entre ahorrar gasolina para las reservas de invierno o obtener lo suficiente. Y como pasa lo segundo, en Finlandia lo tienen claro.
Según leemos en los medios, la compañía eléctrica Fingrid, de origen finlandés, está anunciando posibles cortes de luz para este invierno. Según lo planeado, solo dos horas al día de suministro eléctrico.
“En caso de corte de energía, el consumo se puede reducir en un máximo de dos horas. Las interrupciones planificadas se notificarán con anticipación.”, explica la compañía a través de los medios del país nórdico.
El responsable de anunciarlo ha precisado que La medida obedece al abandono del petróleo y gas ruso en el marco de las sanciones impuestas por la guerra en Ucrania. Tal y como ha indicado la compañía, estos productos son “extremadamente difícil de reemplazar”.
Por supuesto, llegar a esta situación será excepcional, solo como último recurso en una situación totalmente desfavorable, el objetivo es evitarlo.
En España no tendremos que hacer frente a esta situación por varios motivos. Primero, porque recibimos el 50% de nuestra energía de fuentes renovables (paneles solares, molinos de viento…); y segundo, porque nuestro gas viene de Argelia, no de Rusia.
Por todo esto, no se preocupen, vamos a vivir un infierno blanco y duro, como si pareciera que lo van a sufrir en el norte del continente.