Chicos, ahora volvemos a ilusionarnos… Pero, ¿podemos ilusionarnos con este equipo sub 20? ¿Con qué equipo juvenil nos tenemos que quedar? ¿El que se distrae cuando el balón está en su área y le meten un gol ingenuo, el que sale jugando desde abajo sin solidez? ¿O con el otro, que se recupera de un comienzo en desventaja, de golpes inesperados y crea situaciones que luego se materializan por el talento individual o por los errores de los demás? Anoche hubo un poco de todo eso en el triunfo 2-1 ante Uzbekistán, un país que nunca está en el radar del fútbol mundial, y sin embargo le complicó mucho al equipo local.
Este Mundial que recién comienza, en el que Argentina ingresó por la artimaña política del presidente de la AFA, Claudio Tapia, será un termómetro: para el técnico Javier Mascherano, para muchos muchachos que juegan en Europa o sueñan con llegar , y también para medir el futuro de la otra Selección, la que hace cinco meses alegraba a todo un país en Qatar.
En este análisis, la selección Sub 20 no cambió demasiado la imagen que había dejado en el Sudamericano de enero en Colombia, en el que ni siquiera pudo acceder a la final reducida, tras perder ante Paraguay, Brasil y Colombia.
Anoche, en un Santiago del Estero neblinoso y húmedo, el equipo de Mascherano expuso toda su ambivalencia: fallas y errores en defensa y mucho talento individual en ataque.
Esa combinación, por supuesto, genera novedades como la de anoche: goles en contra como el de la selección asiática, que se adelantó a los 23 minutos con un remate de Makhmudjon Makhamadjonov, que pegó en el primer palo como descartando el balón, porque pensó -él y muchos de los defensas argentinos- que estaba fuera de juego. Aquella escena absurda de repente se convirtió en un gol gritado con retraso: Federico Gómes Gerth tapó mal el primer palo y el balón acabó en el fondo de la red mientras el estadio se quedaba en silencio.
Por suerte, a los 26 minutos, Alejo Véliz –con un gran cabezazo que el portero despejó mal– empató el partido para Argentina, y al 41 Valentín Carboni marcó un golazo para ponerlos por delante. Véliz y Carboni, así como Máximo Perrone o Brian Aguirre, aparecen como los jugadores que pueden dar ese plus a un equipo que aún está en fase de preparación, y que debe forjarse con el torneo en marcha. Lo bueno es que los pibes no están solos: la multitud que estuvo en Santiago, como la que estará el martes, lo demostró.
próximos rivales
En el partido inaugural del Mundial Sub 20, Nueva Zelanda venció 1-0 a Guatemala, en partido que enfrentó al próximo rival de Argentina.
Nueva Zelanda es un equipo de jugadores altos, que no deslumbra con la técnica sino que apuesta por la paciencia, y apuesta por las jugadas a balón parado.
Guatemala, próximo rival de Argentina, demostró ayer que recurre a la posesión, que intenta salir por detrás con el balón controlado. El mayor déficit, quizás, es que no presionan como bloque para recuperar el balón, lo que favorece la salida del rival. Y también demostró que no pudo recuperarse del golpe de Nueva Zelanda.
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Fuente: perfil.com