Al menos tres personas murieron y 30 resultaron heridas en una aparente explosión de gas que destrozó parte de un edificio de varios pisos en el norte de China el jueves por la mañana.
La explosión ocurrió en un hotel en Shenyang, una ciudad de más de ocho millones de habitantes y un importante centro industrial que está en proceso de renovación y reemplazo de viejas tuberías de gas, según medios estatales.
Las imágenes compartidas en línea por el sitio web de noticias The Paper y la emisora estatal CCTV mostraron una nube de polvo y escombros que se extendía por una calle concurrida y los tres pisos inferiores del edificio se convirtieron en una estructura devastada. Había bloques de hormigón apilados en la calle y un vehículo de reparto de tres ruedas volcó de costado.
China está reemplazando la infraestructura de décadas y los gasoductos son una parte especialmente peligrosa del proyecto. Una explosión en un gasoducto mató a 25 personas en junio pasado en un mercado y una zona residencial en la ciudad central de Shiyan.
Esa detonación pareció similar a la de 2013 en el puerto nororiental de Qingdao en la que murieron 55 personas cuando las tuberías subterráneas estallaron después de una fuga.
Además del deterioro causado por el tiempo, se cree que el cumplimiento irregular de las normas de seguridad, el mantenimiento deficiente y la corrupción entre los organismos reguladores son factores que contribuyen a estos desastres. Uno de los peores accidentes en China fue una gran explosión en 2015 en un almacén de productos químicos en la ciudad portuaria de Tianjin que mató a 173 personas, en su mayoría bomberos y policías.