En un marco en el que las divisas escasean en las arcas del Banco Central y del el precio del dólar azul mostró un salto significativo Durante diciembre, algunos economistas advierten que la situación económica argentina sigue siendo «muy delicada».
Para profundizar en esto, iProfesional habló con camilo tiscorniadirector de C&T Asesores Económicos, en una charla en la que afirmó, por ejemplo, que la las perspectivas de reservas «no son buenas».
También proyecta lo que le puede pasar al la inflación, el dólar y la situación económica del país
-¿Cuál es su análisis del curso económico actual?
-Entre junio y julio pasados dinámica muy peligrosa que el Gobierno supo contener con diversas medidas, como el canje de títulos en pesos, cierta contención fiscal, el «dólar de la soja» dos veces, tasas de interés más altas, depreciación más rápida del peso, tipos de cambio múltiples y controles crecientes a las importaciones.
Sin embargo, La situación económica sigue siendo muy delicada: la sequía, el atraso cambiario, los altísimos vencimientos de la deuda en pesos y el elevado déficit fiscal siguen presentes y no fueron resueltos con las medidas señaladas, por lo que persiste una combinación peligrosa de temas muy relevantes para la estabilidad macroeconómica.
A ello hay que sumar que las medidas adoptadas tuvieron como contrapartida mayores distorsiones en los mercados cambiario y de bienes, y también un notable deterioro del balance del Banco Central. De hecho, en el corto período de vigencia del “dólar soya I” el stock de pases y Leliq creció $1,4 billones, es decir, aumentó un 20% en tan solo un mes.
La gran liquidez de pesos que tiene el mercado en esta época del año genera un incremento en el precio de los dólares oficiales y libres
-Usted mencionó los descalces en el tipo de cambio, y recién, en las últimas semanas, su cotización comenzó a moverse abruptamente en el mercado libre. ¿Qué puede pasar con el precio del dólar en un futuro cercano?
-Estos movimientos, en parte, son un reflejo de la percepción de que la situación es inestable debido a la persistencia de los factores antes mencionados. En particular, el «dólar de la soja» permitió resultados de corto plazo en detrimento de los de largo plazo, pues, si analizamos lo ocurrido con la versión de septiembre, sólo hubo un adelanto o concentración de liquidación de exportadores. En otras palabras, apenas terminó el «dólar de la soja», las reservas internacionales volvieron a caer y el gobierno se vio obligado a implementarlo nuevamente.
A esto hay que añadir que la liquidez de fin de año tiende a aumentar de la economía porque es necesario hacer frente a los gastos típicos de fin de año, tanto en lo privado como en lo público.
Después, En un contexto inestable como el actual, no es de extrañar que parte de esta liquidez se dirija a la compra de dólares. En parte, esto refleja dudas sobre cómo administrará el Banco Central esta liquidez una vez que ya no sea necesaria, ya que presionaría los tipos de cambio libres. Claramente, el mercado está anticipando esos posibles movimientos futuros.
-Estos movimientos en los precios también amplían la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el libre. ¿Tendremos que acostumbrarnos a esto?
-En estas condiciones, el la brecha podría ampliarse, y eso es lo que está pasando. Posteriormente, si la cosecha de soja logra evitar la sequía, podría haber alguna compresión transitoria dada la mayor entrada de divisas, siempre condicionada a que el Banco Central mantenga tasas de interés atractivas.
En este sentido, el Los resultados de las licitaciones del Tesoro también serán clave. Es que mientras más apoyo haya del BCRA para mejorar estos resultados, mayor será la probabilidad de que la brecha se amplíe.
-Y en este contexto de bajos ingresos reales de divisas y acuerdos de préstamo con organismos internacionales, ¿cómo se verán afectadas las reservas?
-Las perspectivas de reservas no son buenas. Venían cayendo desde octubre y se recuperaron gracias al nuevo «dólar de la soja» y la entrada de fondos del FMI. Pero estos son temas transitorios, y ahora estamos entrando en un momento en que el ingreso de divisas es estacionalmente bajo, más aún afectado por la sequía.

Para Tiscornia, las perspectivas de las reservas internacionales en poder del Banco Central «no son buenas».
El próximo hito es la cosecha de soja a partir de abril. Hasta entonces, seguramente veremos al gobierno reforzando los controles a las importaciones y buscando adelantar financiamiento de organismos internacionales para tratar, al menos, de estabilizar las reservas.
-¿Cuáles son sus pronósticos de inflación luego del 4,9% de noviembre, que mostró cierta caída?
-La encuesta de precios que realizamos en C&T muestra que la moderación que se dio a finales de noviembre se revirtió durante la segunda quincena de diciembre, por lo que estimamos que la inflación del último mes rondará el 6%. Y así 2022 se cierra con un incremento en torno al 96%.
Es muy difícil concretar una proyección para 2023 porque hay muchos factores de riesgo, pero, en todo caso, va a ser otro año de inflación muy alta.
¿A qué factores te refieres?
-Es que el la dinámica fiscal será un tema clave y tiene dos aspectos fundamentales. El primero es el resultado fiscal antes de intereses. El acuerdo con el FMI contempla una reducción al 1,9% del PIB, lo que ayudaría a contener la inflación, pero parece poco probable que haya un ajuste fiscal en año electoral. En este sentido, basta recordar las consecuencias del «plan platita» de 2021.
El otro aspecto son los mencionados vencimientos de deuda pública en pesos, donde los bajos porcentajes de renovación pueden disparar los tipos de cambio y presionar aún más los precios.
Claramente, el la evolución de los tipos de cambio será otro determinante esencial. Históricamente, los gobiernos buscan frenar los tipos de cambio (especialmente el oficial) en años electorales, como una forma de contener la inflación, pero el tipo de cambio oficial hoy ya está muy atrasado, algo que condicionará la posibilidad de implementar esta política. Más aún si el ingreso de divisas por la cosecha de soja se resiente por la sequía.

Hay varios factores que hacen proyectar a los economistas, entre los que se encuentra Tiscornia, que la inflación seguirá siendo alta.
Y algo similar sucede con el Tasas de interés, pero la necesidad de contener las presiones sobre los tipos de cambio y la necesidad de refinanciar los vencimientos del Tesoro complicarán su reducción.
En este escenario, se supone que los precios también seguirán subiendo. tarifas de servicios públicoslo que ayudará a mantener alta la inflación pero, nuevamente, habrá que ver qué aumento se produce en pleno año electoral.
Finalmente, los datos para el año 2023 también serán condicionado por lo que haga el gobierno que asuma el 10 de diciembre. No se puede descartar un salto abrupto en el tipo de cambio oficial, lo que daría lugar a una inflación muy alta en diciembre.
-Para concluir, ¿qué escenario cree que habrá en el país en los próximos meses?
-Él El verano suele ser una época compleja desde el punto de vista macroeconómico porque la inflación es mayor, hay poca entrada de divisas y mucha liquidez en la economía. Pero este año la sequía y los elevados vencimientos de la deuda potencian estos aspectos.
En resumen, es probable que los próximos meses muestren tensión en indicadores financieros.-
Palabras clave de esta nota:
#Alerta #expertos #sobre #dólar #las #reservas #del #BCRA #verano
Fuente: iprofesional.com