La expectación llegó a su fin cuando el balón empezó a rodar en el mítico estadio de Wembley. A pocos meses del Mundial de Qatar, Argentina e Italia animaron un duelo cargado de historia en la Catedral del Fútbol. La Finalissima dirimió el título entre los campeones de América y Europa. Y el trofeo se tiñó de azul y blanco.
El homenaje al legendario Giorgio Chiellini por su retiro de la Azzurra, el recuerdo de Diego Maradona y las emociones que suscitaron los himnos nacionales eran parte del pasado cuando los protagonistas abrieron el telón del atractivo espectáculo que se llevó a cabo en Reino Unido.
Durante los primeros movimientos se vio una actitud agresiva por parte del equipo albiceleste. Las proyecciones de Nicolás Tagliafico y Nicolás Molina por las bandas, junto a los envíos de Rodrigo De Paul y la velocidad de Ángel Di María representaron los argumentos más fuertes para que La Scaloneta tomara ventaja desde el inicio.
Las réplicas del elenco dirigido por Roberto Mancini llegaron por las maniobras individuales de Jorginho, que se enfrentó en más de una ocasión para asistir a los delanteros. Y en el primero donde se pudo hacer un espacio, Giacomo Raspadori buscó el palo más lejano de Emiliano Martínez; pero Dibu mostró la solidez que lo caracteriza.
Otra de las situaciones que tuvo el tetracampeón del mundo para abrir el marcador fue una aparición sorpresa de Federico Bernardeschi a espaldas de Tagliafico. Por el sector derecho, el atacante de la Juventus mandó un certero remate que detuvo a tiempo Cuti Romero. Y momentos después Andrea Belotti ganó en el área argentina y con un cabezazo volvió a exigir al portero del Aston Villa. Poco a poco Italia se fue haciendo cargo del choque. Y el poder de Emerson por el flanco izquierdo también generó preocupaciones para el equipo de Scaloni.
Pero la selección sudamericana tuvo a los mejores del planeta. Y Leo improvisó una gran acción para deshacerse de Giovanni Di Lorenzo y suplir a Lautaro Martínez, que jugó de primero para celebrar el 1-0. La rápida salida de Lo Celso, el movimiento de Messi y el oportunismo de Toro fueron las claves para que Argentina celebrara el ansiado gol.
Antes del descanso, La Scaloneta volvió a golpear gracias al andamiaje excluyente de su tridente ofensivo. La Pulga hizo equipo con Lautaro Martínez, el ex Racing aguantó y habilitó a Di María con un pase milimétrico; y el Noodle facturado con una definición exquisita por encima de la integridad de Donnarumma. Gran gol y 2 a 0.
En el complemento Argentina justificó el resultado con una gran producción del ex Rosario Central. El desconcierto italiano fue tan notorio que un error de cálculo entre Bonucci y Donnarumma estuvo a punto de acabar en la red de la manera más ridícula. Y Fideo siguió lastimando por el costado derecho con remates violentos que complicaron a su excompañero del PSG. Tras un balón de Otamendi que le dejó al borde del área grande y tras recuperar un rechace, Di María fue una pesadilla para la Azzurra.
Además, una triangulación ofensiva perfecta que concluyó con un tiro desviado de Lo Celso y un contraataque casi perfecto en el que Messi no pudo coronar la acción con sus remates habituales, dejó al descubierto la superioridad criolla. Los ingresos de Leonardo Spinazzola, Manuel Lazzari, Manuel Locatelli y Gianluca Scamacca no significaron solución alguna para Mancini. Y la diferencia de dos goles fue escasa por lo que vio sobre el terreno de juego.
En un deporte en el que muchas veces la justicia no se relaciona con lo que ocurre en la cancha, fue Paulo Dybala quien se encargó de convertir la victoria en goleada y sellar el 3-0 en el marcador para que La Scaloneta ganara un nuevo título. El cordobés aprovechó un contragolpe de Messi y completó la victoria con un toque al segundo palo de Donnarumma. Argentina tuvo un despliegue de carácter y talento. A su Triple G de ganar, gustar y puntuar se suma la C de la consagración y la I de la ilusión. A pocos meses del Mundial de Qatar, la Albiceleste volvió a reflejar que la esperanza de una nueva alegría es real. Como cantaron los propios protagonistas al acabar el partido, “que mano a mano, Leo Messi, nos vamos a dar la vuelta todos”…
Fuente: Infobae
Fuente: diariocordoba.com.ar