Cuando Boca anuló un mal gol la semana pasada en la Bombonera, hizo ruido. Cuando la Conmebol sancionó a los árbitros, campo y VAR, quienes estuvieron involucrados en la expropiación, la sensación inconfundible de la situación era que la selección argentina había sido claramente dañada y había decidido con razón no dejarlo pasar.
Ahora, solo porque hubo un error grave, y en la edición de ese día puntuamos el error por encima de cualquier otro escenario de conspiración, no significa que deban compensarlo en la revancha. Habiendo aclarado esto, Boca fue sacado de la Copa Libertadores por una falla aún peor que la de la semana pasada.
El mismo árbitro, Ostojich, que lideró muy bien en la final de la Copa América, terminó siendo el protagonista principal de otra vergonzosa decisión. Cubiertos por «interpretación», explicarán que vieron una interferencia de Diego González que no existía, de alguien que estaba marcado en un impedimento que no era (¡Tampoco está claro con la tecnología!).
El fútbol clamaba por tecnología, pero, maldita sea, solo disminuye la seriedad de la competencia. Y si después de las fiestas, las instancias y los escándalos, se entiende que América del Sur no tiene árbitros capaces de mejorar la justicia desde un monitor de televisión, es porque algo se está haciendo mal.
Boca no jugó bien. Tuvo momentos inaceptables en ambos partidos, pero marcó dos goles más que Mineiro, fueron mal anulados y se quedó fuera por falta de penaltis. El sentimiento de injusticia e impotencia afecta directamente a la Copa Libertadores.
ESCÁNDALO EN DISFRAZ
El escándalo arrancó en la cancha, con el árbitro una vez más (polémico) anulando un gol para Boca vía VAR y con el cruce entre los jugadores de los dos equipos. Siguió con la eliminación por penales y acabó con el caos en la puerta del vestuario visitante: los chicos de Miguel Russo querían ir a regañar a Esteban Ostojich, pero fueron reprimidos con gases policiales en la puerta de los vestuarios. Y todo explotó.
LA HABLA DE PERGOLINI
Boca arde por los escandalosos octavos de final de la serie ante el Atlético Mineiro. Sobre todo, por los goles anulados, uno en la ida para Pulpo González y otro en Brasil para Weigandt. La afición, los jugadores, todos se quejaron de la polémica decisión del uruguayo Ostojich tras ir a ver el VAR. Y, en medio de todo el ruido, apareció la fuerte fiebre de Mario Pergolinme. El ex corredor del club publicó un post muy duro nada más sucedido, cuando nadie entendía esta nueva decisión, justo antes de la tanda de penaltis.
LA PALABRA DE PULPO GONZÁLEZ
Diego González fue el primer jugador de Boca en hablar tras la eliminación del Xeneize de la fase eliminatoria de la Copa Libertadores. Y su reacción, por el gol anulado a Weigandt por el fuera de juego en el que estuvo involucrado, fue muy dura. «Estamos enojados. Me parece que hubo cosas muy extrañas. Respetamos a todos en el terreno de juego y sentimos que nos faltaron al respeto, la lista de árbitros de hace una semana y de hoy. «
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Fuente: ole.com.ar/