Los videos muestran una huida precaria y escandalosa. Uno es elocuente: una mujer camina despacio con un automóvil frente a dos agentes que parecen ignorar la solicitud de lo que lleva. Dos de ellos ingresaron a la cárcel de Piñero, al sur de Rosario, como visitantes el lunes pasado.
Según la hipótesis del Ministerio Público, nueve agentes del servicio penitenciario colaboraron para permitir la fuga de dos detenidos, quienes abandonaron escondido dentro de un recipiente de plástico y debajo de una caja de cartón que llevaban las mujeres.
Dos guardias, cuatro agentes del módulo D -jefe, ayudante, cuidador, seguridad-, dos encargados de un portón fueron acusados de los delitos de “incentivo fraudulento para evadir, encubrir y violar los deberes de un funcionario”.
El director de la Unidad Penitenciaria No. 11 fue acusado de encubrir la fuga, pero no de facilitarla. La fiscalía manifestó que en su calidad de alcalde no advirtió a tiempo para lo sucedido en los tribunales, lo que obstaculizó la investigación.
Hugo Alberto Peralta (37) cumplía condena por hurto calificado. Aún no ha sido recapturado.
La denuncia indica que no identificó a los funcionarios que permitieron la fuga, «frustrando la celeridad y diligencia de las medidas encaminadas a lograr la recaptura de los presos prófugos y determinar la responsabilidad de los funcionarios penitenciarios involucrados en la misma».
En la cadena de responsabilidades, se observa que dos de los funcionarios penitenciarios que estaban a cargo del control y seguridad en el ingreso y salida de personas y objetos en el pabellón No. 13 permitieron el ingreso de dos personas, una con la identificación de un tercera.
Cada uno llevaba un carrito con un recipiente de plástico y una caja de cartónPlataformas utilizadas para esconderse y escapar de dos prisioneros. No se permiten elementos en el sector.
El resto, responsables de tráfico, ingresos, gastos y registros desde la puerta de salida del Pabellón 13 del módulo hasta la puerta de acceso principal de la Unidad Penitenciaria -unos 200 metros-, fueron asignados. omitir revisión lo que llevaban las dos mujeres, «ocultando con sus comportamientos la huida cometida por ellas, ayudándolas en sus acciones, a retirarse de la autoridad carcelaria».
Como buzo gris, Carlos Andrés D’Angelo, cuando fue recapturado tras otra impactante fuga.
El jefe de la prisión fue puesto en libertad, mientras que los demás acusados fueron condenados a prisión preventiva efectiva por un período de 45 días.
Una de las mujeres que compareció en prisión fue acusada del delito de promover la evasión de Carlos D’Angelo, quien luego podría ser recapturado.
La otra mujer que apareció en la cárcel entró con un documentación falsa y aún no pudo ser arrestado, al igual que el otro preso escapó.
D’Angelo está cumpliendo condena 23 años de prisión por asesinato con motivo de hurto, posesión ilegal de arma de guerra, encubrimiento agravado con fines de lucro, entre otros actos ilícitos.
Debido a que D’Angelo no había realizado una fuga con violencia, no podía ser acusado de ningún delito por esa fuga. El otro recluso, que aún no ha sido recapturado, es Hugo Peralta. Estaba cumpliendo condena por robo calificado.
Peralta y D’Angelo tienen una historia particular desde no es la primera fuga resonante protagonizada.
El 8 de mayo de 2019, cuando fueron trasladados en tránsito desde un servicio penitenciario, lograron escapar junto con otros siete internos. En un tramo de la carretera que conecta la capital provincial con Rosario, detuvieron sus celulares y huyeron. Algún tiempo después, los nueve fueron recapturados.
Cuatro policías también fueron acusados de ese episodio por colaborar con la fuga.
LM
Los videos muestran una huida precaria y escandalosa. Uno es elocuente: una mujer camina despacio con un automóvil frente a dos agentes que parecen ignorar la solicitud de lo que lleva. Dos de ellos ingresaron a la cárcel de Piñero, al sur de Rosario, como visitantes el lunes pasado.
Según la hipótesis del Ministerio Público, nueve agentes del servicio penitenciario colaboraron para permitir la fuga de dos detenidos, quienes abandonaron escondido dentro de un recipiente de plástico y debajo de una caja de cartón que llevaban las mujeres.
Dos guardias, cuatro agentes del módulo D -jefe, ayudante, cuidador, seguridad-, dos encargados de un portón fueron acusados de los delitos de “incentivo fraudulento para evadir, encubrir y violar los deberes de un funcionario”.
El director de la Unidad Penitenciaria No. 11 fue acusado de encubrir la fuga, pero no de facilitarla. La fiscalía manifestó que en su calidad de alcalde no advirtió a tiempo para lo sucedido en los tribunales, lo que obstaculizó la investigación.
Hugo Alberto Peralta (37) cumplía condena por hurto calificado. Aún no ha sido recapturado.
La denuncia indica que no identificó a los funcionarios que permitieron la fuga, «frustrando la celeridad y diligencia de las medidas encaminadas a lograr la recaptura de los presos prófugos y determinar la responsabilidad de los funcionarios penitenciarios involucrados en la misma».
En la cadena de responsabilidades, se observa que dos de los funcionarios penitenciarios que estaban a cargo del control y seguridad en el ingreso y salida de personas y objetos en el pabellón No. 13 permitieron el ingreso de dos personas, una con la identificación de un tercera.
Cada uno llevaba un carrito con un recipiente de plástico y una caja de cartónPlataformas utilizadas para esconderse y escapar de dos prisioneros. No se permiten elementos en el sector.
El resto, responsables de tráfico, ingresos, gastos y registros desde la puerta de salida del Pabellón 13 del módulo hasta la puerta de acceso principal de la Unidad Penitenciaria -unos 200 metros-, fueron asignados. omitir revisión lo que llevaban las dos mujeres, «ocultando con sus comportamientos la huida cometida por ellas, ayudándolas en sus acciones, a retirarse de la autoridad carcelaria».
Como buzo gris, Carlos Andrés D’Angelo, cuando fue recapturado tras otra impactante fuga.
El jefe de la prisión fue puesto en libertad, mientras que los demás acusados fueron condenados a prisión preventiva efectiva por un período de 45 días.
Una de las mujeres que compareció en prisión fue acusada del delito de promover la evasión de Carlos D’Angelo, quien luego podría ser recapturado.
La otra mujer que apareció en la cárcel entró con un documentación falsa y aún no pudo ser arrestado, al igual que el otro preso escapó.
D’Angelo está cumpliendo condena 23 años de prisión por asesinato con motivo de hurto, posesión ilegal de arma de guerra, encubrimiento agravado con fines de lucro, entre otros actos ilícitos.
Debido a que D’Angelo no había realizado una fuga con violencia, no podía ser acusado de ningún delito por esa fuga. El otro recluso, que aún no ha sido recapturado, es Hugo Peralta. Estaba cumpliendo condena por robo calificado.
Peralta y D’Angelo tienen una historia particular desde no es la primera fuga resonante protagonizada.
El 8 de mayo de 2019, cuando fueron trasladados en tránsito desde un servicio penitenciario, lograron escapar junto con otros siete internos. En un tramo de la carretera que conecta la capital provincial con Rosario, detuvieron sus celulares y huyeron. Algún tiempo después, los nueve fueron recapturados.
Cuatro policías también fueron acusados de ese episodio por colaborar con la fuga.
LM
Los videos muestran una huida precaria y escandalosa. Uno es elocuente: una mujer camina despacio con un automóvil frente a dos agentes que parecen ignorar la solicitud de lo que lleva. Dos de ellos ingresaron a la cárcel de Piñero, al sur de Rosario, como visitantes el lunes pasado.
Según la hipótesis del Ministerio Público, nueve agentes del servicio penitenciario colaboraron para permitir la fuga de dos detenidos, quienes abandonaron escondido dentro de un recipiente de plástico y debajo de una caja de cartón que llevaban las mujeres.
Dos guardias, cuatro agentes del módulo D -jefe, ayudante, cuidador, seguridad-, dos encargados de un portón fueron acusados de los delitos de “incentivo fraudulento para evadir, encubrir y violar los deberes de un funcionario”.
El director de la Unidad Penitenciaria No. 11 fue acusado de encubrir la fuga, pero no de facilitarla. La fiscalía manifestó que en su calidad de alcalde no advirtió a tiempo para lo sucedido en los tribunales, lo que obstaculizó la investigación.
Hugo Alberto Peralta (37) cumplía condena por hurto calificado. Aún no ha sido recapturado.
La denuncia indica que no identificó a los funcionarios que permitieron la fuga, «frustrando la celeridad y diligencia de las medidas encaminadas a lograr la recaptura de los presos prófugos y determinar la responsabilidad de los funcionarios penitenciarios involucrados en la misma».
En la cadena de responsabilidades, se observa que dos de los funcionarios penitenciarios que estaban a cargo del control y seguridad en el ingreso y salida de personas y objetos en el pabellón No. 13 permitieron el ingreso de dos personas, una con la identificación de un tercera.
Cada uno llevaba un carrito con un recipiente de plástico y una caja de cartónPlataformas utilizadas para esconderse y escapar de dos prisioneros. No se permiten elementos en el sector.
El resto, responsables de tráfico, ingresos, gastos y registros desde la puerta de salida del Pabellón 13 del módulo hasta la puerta de acceso principal de la Unidad Penitenciaria -unos 200 metros-, fueron asignados. omitir revisión lo que llevaban las dos mujeres, «ocultando con sus comportamientos la huida cometida por ellas, ayudándolas en sus acciones, a retirarse de la autoridad carcelaria».
Como buzo gris, Carlos Andrés D’Angelo, cuando fue recapturado tras otra impactante fuga.
El jefe de la prisión fue puesto en libertad, mientras que los demás acusados fueron condenados a prisión preventiva efectiva por un período de 45 días.
Una de las mujeres que compareció en prisión fue acusada del delito de promover la evasión de Carlos D’Angelo, quien luego podría ser recapturado.
La otra mujer que apareció en la cárcel entró con un documentación falsa y aún no pudo ser arrestado, al igual que el otro preso escapó.
D’Angelo está cumpliendo condena 23 años de prisión por asesinato con motivo de hurto, posesión ilegal de arma de guerra, encubrimiento agravado con fines de lucro, entre otros actos ilícitos.
Debido a que D’Angelo no había realizado una fuga con violencia, no podía ser acusado de ningún delito por esa fuga. El otro recluso, que aún no ha sido recapturado, es Hugo Peralta. Estaba cumpliendo condena por robo calificado.
Peralta y D’Angelo tienen una historia particular desde no es la primera fuga resonante protagonizada.
El 8 de mayo de 2019, cuando fueron trasladados en tránsito desde un servicio penitenciario, lograron escapar junto con otros siete internos. En un tramo de la carretera que conecta la capital provincial con Rosario, detuvieron sus celulares y huyeron. Algún tiempo después, los nueve fueron recapturados.
Cuatro policías también fueron acusados de ese episodio por colaborar con la fuga.
LM
Los videos muestran una huida precaria y escandalosa. Uno es elocuente: una mujer camina despacio con un automóvil frente a dos agentes que parecen ignorar la solicitud de lo que lleva. Dos de ellos ingresaron a la cárcel de Piñero, al sur de Rosario, como visitantes el lunes pasado.
Según la hipótesis del Ministerio Público, nueve agentes del servicio penitenciario colaboraron para permitir la fuga de dos detenidos, quienes abandonaron escondido dentro de un recipiente de plástico y debajo de una caja de cartón que llevaban las mujeres.
Dos guardias, cuatro agentes del módulo D -jefe, ayudante, cuidador, seguridad-, dos encargados de un portón fueron acusados de los delitos de “incentivo fraudulento para evadir, encubrir y violar los deberes de un funcionario”.
El director de la Unidad Penitenciaria No. 11 fue acusado de encubrir la fuga, pero no de facilitarla. La fiscalía manifestó que en su calidad de alcalde no advirtió a tiempo para lo sucedido en los tribunales, lo que obstaculizó la investigación.
Hugo Alberto Peralta (37) cumplía condena por hurto calificado. Aún no ha sido recapturado.
La denuncia indica que no identificó a los funcionarios que permitieron la fuga, «frustrando la celeridad y diligencia de las medidas encaminadas a lograr la recaptura de los presos prófugos y determinar la responsabilidad de los funcionarios penitenciarios involucrados en la misma».
En la cadena de responsabilidades, se observa que dos de los funcionarios penitenciarios que estaban a cargo del control y seguridad en el ingreso y salida de personas y objetos en el pabellón No. 13 permitieron el ingreso de dos personas, una con la identificación de un tercera.
Cada uno llevaba un carrito con un recipiente de plástico y una caja de cartónPlataformas utilizadas para esconderse y escapar de dos prisioneros. No se permiten elementos en el sector.
El resto, responsables de tráfico, ingresos, gastos y registros desde la puerta de salida del Pabellón 13 del módulo hasta la puerta de acceso principal de la Unidad Penitenciaria -unos 200 metros-, fueron asignados. omitir revisión lo que llevaban las dos mujeres, «ocultando con sus comportamientos la huida cometida por ellas, ayudándolas en sus acciones, a retirarse de la autoridad carcelaria».
Como buzo gris, Carlos Andrés D’Angelo, cuando fue recapturado tras otra impactante fuga.
El jefe de la prisión fue puesto en libertad, mientras que los demás acusados fueron condenados a prisión preventiva efectiva por un período de 45 días.
Una de las mujeres que compareció en prisión fue acusada del delito de promover la evasión de Carlos D’Angelo, quien luego podría ser recapturado.
La otra mujer que apareció en la cárcel entró con un documentación falsa y aún no pudo ser arrestado, al igual que el otro preso escapó.
D’Angelo está cumpliendo condena 23 años de prisión por asesinato con motivo de hurto, posesión ilegal de arma de guerra, encubrimiento agravado con fines de lucro, entre otros actos ilícitos.
Debido a que D’Angelo no había realizado una fuga con violencia, no podía ser acusado de ningún delito por esa fuga. El otro recluso, que aún no ha sido recapturado, es Hugo Peralta. Estaba cumpliendo condena por robo calificado.
Peralta y D’Angelo tienen una historia particular desde no es la primera fuga resonante protagonizada.
El 8 de mayo de 2019, cuando fueron trasladados en tránsito desde un servicio penitenciario, lograron escapar junto con otros siete internos. En un tramo de la carretera que conecta la capital provincial con Rosario, detuvieron sus celulares y huyeron. Algún tiempo después, los nueve fueron recapturados.
Cuatro policías también fueron acusados de ese episodio por colaborar con la fuga.
LM
Los videos muestran una huida precaria y escandalosa. Uno es elocuente: una mujer camina despacio con un automóvil frente a dos agentes que parecen ignorar la solicitud de lo que lleva. Dos de ellos ingresaron a la cárcel de Piñero, al sur de Rosario, como visitantes el lunes pasado.
Según la hipótesis del Ministerio Público, nueve agentes del servicio penitenciario colaboraron para permitir la fuga de dos detenidos, quienes abandonaron escondido dentro de un recipiente de plástico y debajo de una caja de cartón que llevaban las mujeres.
Dos guardias, cuatro agentes del módulo D -jefe, ayudante, cuidador, seguridad-, dos encargados de un portón fueron acusados de los delitos de “incentivo fraudulento para evadir, encubrir y violar los deberes de un funcionario”.
El director de la Unidad Penitenciaria No. 11 fue acusado de encubrir la fuga, pero no de facilitarla. La fiscalía manifestó que en su calidad de alcalde no advirtió a tiempo para lo sucedido en los tribunales, lo que obstaculizó la investigación.
Hugo Alberto Peralta (37) cumplía condena por hurto calificado. Aún no ha sido recapturado.
La denuncia indica que no identificó a los funcionarios que permitieron la fuga, «frustrando la celeridad y diligencia de las medidas encaminadas a lograr la recaptura de los presos prófugos y determinar la responsabilidad de los funcionarios penitenciarios involucrados en la misma».
En la cadena de responsabilidades, se observa que dos de los funcionarios penitenciarios que estaban a cargo del control y seguridad en el ingreso y salida de personas y objetos en el pabellón No. 13 permitieron el ingreso de dos personas, una con la identificación de un tercera.
Cada uno llevaba un carrito con un recipiente de plástico y una caja de cartónPlataformas utilizadas para esconderse y escapar de dos prisioneros. No se permiten elementos en el sector.
El resto, responsables de tráfico, ingresos, gastos y registros desde la puerta de salida del Pabellón 13 del módulo hasta la puerta de acceso principal de la Unidad Penitenciaria -unos 200 metros-, fueron asignados. omitir revisión lo que llevaban las dos mujeres, «ocultando con sus comportamientos la huida cometida por ellas, ayudándolas en sus acciones, a retirarse de la autoridad carcelaria».
Como buzo gris, Carlos Andrés D’Angelo, cuando fue recapturado tras otra impactante fuga.
El jefe de la prisión fue puesto en libertad, mientras que los demás acusados fueron condenados a prisión preventiva efectiva por un período de 45 días.
Una de las mujeres que compareció en prisión fue acusada del delito de promover la evasión de Carlos D’Angelo, quien luego podría ser recapturado.
La otra mujer que apareció en la cárcel entró con un documentación falsa y aún no pudo ser arrestado, al igual que el otro preso escapó.
D’Angelo está cumpliendo condena 23 años de prisión por asesinato con motivo de hurto, posesión ilegal de arma de guerra, encubrimiento agravado con fines de lucro, entre otros actos ilícitos.
Debido a que D’Angelo no había realizado una fuga con violencia, no podía ser acusado de ningún delito por esa fuga. El otro recluso, que aún no ha sido recapturado, es Hugo Peralta. Estaba cumpliendo condena por robo calificado.
Peralta y D’Angelo tienen una historia particular desde no es la primera fuga resonante protagonizada.
El 8 de mayo de 2019, cuando fueron trasladados en tránsito desde un servicio penitenciario, lograron escapar junto con otros siete internos. En un tramo de la carretera que conecta la capital provincial con Rosario, detuvieron sus celulares y huyeron. Algún tiempo después, los nueve fueron recapturados.
Cuatro policías también fueron acusados de ese episodio por colaborar con la fuga.
LM
Los videos muestran una huida precaria y escandalosa. Uno es elocuente: una mujer camina despacio con un automóvil frente a dos agentes que parecen ignorar la solicitud de lo que lleva. Dos de ellos ingresaron a la cárcel de Piñero, al sur de Rosario, como visitantes el lunes pasado.
Según la hipótesis del Ministerio Público, nueve agentes del servicio penitenciario colaboraron para permitir la fuga de dos detenidos, quienes abandonaron escondido dentro de un recipiente de plástico y debajo de una caja de cartón que llevaban las mujeres.
Dos guardias, cuatro agentes del módulo D -jefe, ayudante, cuidador, seguridad-, dos encargados de un portón fueron acusados de los delitos de “incentivo fraudulento para evadir, encubrir y violar los deberes de un funcionario”.
El director de la Unidad Penitenciaria No. 11 fue acusado de encubrir la fuga, pero no de facilitarla. La fiscalía manifestó que en su calidad de alcalde no advirtió a tiempo para lo sucedido en los tribunales, lo que obstaculizó la investigación.
Hugo Alberto Peralta (37) cumplía condena por hurto calificado. Aún no ha sido recapturado.
La denuncia indica que no identificó a los funcionarios que permitieron la fuga, «frustrando la celeridad y diligencia de las medidas encaminadas a lograr la recaptura de los presos prófugos y determinar la responsabilidad de los funcionarios penitenciarios involucrados en la misma».
En la cadena de responsabilidades, se observa que dos de los funcionarios penitenciarios que estaban a cargo del control y seguridad en el ingreso y salida de personas y objetos en el pabellón No. 13 permitieron el ingreso de dos personas, una con la identificación de un tercera.
Cada uno llevaba un carrito con un recipiente de plástico y una caja de cartónPlataformas utilizadas para esconderse y escapar de dos prisioneros. No se permiten elementos en el sector.
El resto, responsables de tráfico, ingresos, gastos y registros desde la puerta de salida del Pabellón 13 del módulo hasta la puerta de acceso principal de la Unidad Penitenciaria -unos 200 metros-, fueron asignados. omitir revisión lo que llevaban las dos mujeres, «ocultando con sus comportamientos la huida cometida por ellas, ayudándolas en sus acciones, a retirarse de la autoridad carcelaria».
Como buzo gris, Carlos Andrés D’Angelo, cuando fue recapturado tras otra impactante fuga.
El jefe de la prisión fue puesto en libertad, mientras que los demás acusados fueron condenados a prisión preventiva efectiva por un período de 45 días.
Una de las mujeres que compareció en prisión fue acusada del delito de promover la evasión de Carlos D’Angelo, quien luego podría ser recapturado.
La otra mujer que apareció en la cárcel entró con un documentación falsa y aún no pudo ser arrestado, al igual que el otro preso escapó.
D’Angelo está cumpliendo condena 23 años de prisión por asesinato con motivo de hurto, posesión ilegal de arma de guerra, encubrimiento agravado con fines de lucro, entre otros actos ilícitos.
Debido a que D’Angelo no había realizado una fuga con violencia, no podía ser acusado de ningún delito por esa fuga. El otro recluso, que aún no ha sido recapturado, es Hugo Peralta. Estaba cumpliendo condena por robo calificado.
Peralta y D’Angelo tienen una historia particular desde no es la primera fuga resonante protagonizada.
El 8 de mayo de 2019, cuando fueron trasladados en tránsito desde un servicio penitenciario, lograron escapar junto con otros siete internos. En un tramo de la carretera que conecta la capital provincial con Rosario, detuvieron sus celulares y huyeron. Algún tiempo después, los nueve fueron recapturados.
Cuatro policías también fueron acusados de ese episodio por colaborar con la fuga.
LM
Los videos muestran una huida precaria y escandalosa. Uno es elocuente: una mujer camina despacio con un automóvil frente a dos agentes que parecen ignorar la solicitud de lo que lleva. Dos de ellos ingresaron a la cárcel de Piñero, al sur de Rosario, como visitantes el lunes pasado.
Según la hipótesis del Ministerio Público, nueve agentes del servicio penitenciario colaboraron para permitir la fuga de dos detenidos, quienes abandonaron escondido dentro de un recipiente de plástico y debajo de una caja de cartón que llevaban las mujeres.
Dos guardias, cuatro agentes del módulo D -jefe, ayudante, cuidador, seguridad-, dos encargados de un portón fueron acusados de los delitos de “incentivo fraudulento para evadir, encubrir y violar los deberes de un funcionario”.
El director de la Unidad Penitenciaria No. 11 fue acusado de encubrir la fuga, pero no de facilitarla. La fiscalía manifestó que en su calidad de alcalde no advirtió a tiempo para lo sucedido en los tribunales, lo que obstaculizó la investigación.
Hugo Alberto Peralta (37) cumplía condena por hurto calificado. Aún no ha sido recapturado.
La denuncia indica que no identificó a los funcionarios que permitieron la fuga, «frustrando la celeridad y diligencia de las medidas encaminadas a lograr la recaptura de los presos prófugos y determinar la responsabilidad de los funcionarios penitenciarios involucrados en la misma».
En la cadena de responsabilidades, se observa que dos de los funcionarios penitenciarios que estaban a cargo del control y seguridad en el ingreso y salida de personas y objetos en el pabellón No. 13 permitieron el ingreso de dos personas, una con la identificación de un tercera.
Cada uno llevaba un carrito con un recipiente de plástico y una caja de cartónPlataformas utilizadas para esconderse y escapar de dos prisioneros. No se permiten elementos en el sector.
El resto, responsables de tráfico, ingresos, gastos y registros desde la puerta de salida del Pabellón 13 del módulo hasta la puerta de acceso principal de la Unidad Penitenciaria -unos 200 metros-, fueron asignados. omitir revisión lo que llevaban las dos mujeres, «ocultando con sus comportamientos la huida cometida por ellas, ayudándolas en sus acciones, a retirarse de la autoridad carcelaria».
Como buzo gris, Carlos Andrés D’Angelo, cuando fue recapturado tras otra impactante fuga.
El jefe de la prisión fue puesto en libertad, mientras que los demás acusados fueron condenados a prisión preventiva efectiva por un período de 45 días.
Una de las mujeres que compareció en prisión fue acusada del delito de promover la evasión de Carlos D’Angelo, quien luego podría ser recapturado.
La otra mujer que apareció en la cárcel entró con un documentación falsa y aún no pudo ser arrestado, al igual que el otro preso escapó.
D’Angelo está cumpliendo condena 23 años de prisión por asesinato con motivo de hurto, posesión ilegal de arma de guerra, encubrimiento agravado con fines de lucro, entre otros actos ilícitos.
Debido a que D’Angelo no había realizado una fuga con violencia, no podía ser acusado de ningún delito por esa fuga. El otro recluso, que aún no ha sido recapturado, es Hugo Peralta. Estaba cumpliendo condena por robo calificado.
Peralta y D’Angelo tienen una historia particular desde no es la primera fuga resonante protagonizada.
El 8 de mayo de 2019, cuando fueron trasladados en tránsito desde un servicio penitenciario, lograron escapar junto con otros siete internos. En un tramo de la carretera que conecta la capital provincial con Rosario, detuvieron sus celulares y huyeron. Algún tiempo después, los nueve fueron recapturados.
Cuatro policías también fueron acusados de ese episodio por colaborar con la fuga.
LM
Los videos muestran una huida precaria y escandalosa. Uno es elocuente: una mujer camina despacio con un automóvil frente a dos agentes que parecen ignorar la solicitud de lo que lleva. Dos de ellos ingresaron a la cárcel de Piñero, al sur de Rosario, como visitantes el lunes pasado.
Según la hipótesis del Ministerio Público, nueve agentes del servicio penitenciario colaboraron para permitir la fuga de dos detenidos, quienes abandonaron escondido dentro de un recipiente de plástico y debajo de una caja de cartón que llevaban las mujeres.
Dos guardias, cuatro agentes del módulo D -jefe, ayudante, cuidador, seguridad-, dos encargados de un portón fueron acusados de los delitos de “incentivo fraudulento para evadir, encubrir y violar los deberes de un funcionario”.
El director de la Unidad Penitenciaria No. 11 fue acusado de encubrir la fuga, pero no de facilitarla. La fiscalía manifestó que en su calidad de alcalde no advirtió a tiempo para lo sucedido en los tribunales, lo que obstaculizó la investigación.
Hugo Alberto Peralta (37) cumplía condena por hurto calificado. Aún no ha sido recapturado.
La denuncia indica que no identificó a los funcionarios que permitieron la fuga, «frustrando la celeridad y diligencia de las medidas encaminadas a lograr la recaptura de los presos prófugos y determinar la responsabilidad de los funcionarios penitenciarios involucrados en la misma».
En la cadena de responsabilidades, se observa que dos de los funcionarios penitenciarios que estaban a cargo del control y seguridad en el ingreso y salida de personas y objetos en el pabellón No. 13 permitieron el ingreso de dos personas, una con la identificación de un tercera.
Cada uno llevaba un carrito con un recipiente de plástico y una caja de cartónPlataformas utilizadas para esconderse y escapar de dos prisioneros. No se permiten elementos en el sector.
El resto, responsables de tráfico, ingresos, gastos y registros desde la puerta de salida del Pabellón 13 del módulo hasta la puerta de acceso principal de la Unidad Penitenciaria -unos 200 metros-, fueron asignados. omitir revisión lo que llevaban las dos mujeres, «ocultando con sus comportamientos la huida cometida por ellas, ayudándolas en sus acciones, a retirarse de la autoridad carcelaria».
Como buzo gris, Carlos Andrés D’Angelo, cuando fue recapturado tras otra impactante fuga.
El jefe de la prisión fue puesto en libertad, mientras que los demás acusados fueron condenados a prisión preventiva efectiva por un período de 45 días.
Una de las mujeres que compareció en prisión fue acusada del delito de promover la evasión de Carlos D’Angelo, quien luego podría ser recapturado.
La otra mujer que apareció en la cárcel entró con un documentación falsa y aún no pudo ser arrestado, al igual que el otro preso escapó.
D’Angelo está cumpliendo condena 23 años de prisión por asesinato con motivo de hurto, posesión ilegal de arma de guerra, encubrimiento agravado con fines de lucro, entre otros actos ilícitos.
Debido a que D’Angelo no había realizado una fuga con violencia, no podía ser acusado de ningún delito por esa fuga. El otro recluso, que aún no ha sido recapturado, es Hugo Peralta. Estaba cumpliendo condena por robo calificado.
Peralta y D’Angelo tienen una historia particular desde no es la primera fuga resonante protagonizada.
El 8 de mayo de 2019, cuando fueron trasladados en tránsito desde un servicio penitenciario, lograron escapar junto con otros siete internos. En un tramo de la carretera que conecta la capital provincial con Rosario, detuvieron sus celulares y huyeron. Algún tiempo después, los nueve fueron recapturados.
Cuatro policías también fueron acusados de ese episodio por colaborar con la fuga.
LM