La ansiedad de los fanáticos de este espectáculo comienza a crecer: el sábado 2 de abril, en Londres, el actor se enfrentará Martyn Ford con Sajad Gharibi en lo que podría parecer un combate de boxeo como cualquier otro. Pero si se presentan con sus apodoslas cosas cambian: es el enfrentamiento entre los El hombre más aterrador del mundo y el Hulk iraní.
Los dos pesos pesados protagonizarán un combate que seguro lo tendrá todo: puñetazos, movimientos increíbles y mucho espectáculo. por eso el El competidor asiático lleva mucho tiempo preparándose para lo que será esta lucha que todos sus seguidores esperan.
El Hulk iraní eligió, en la recta final de su entrenamiento, ejercicios un tanto más ‘normales’ que los que lo catapultaron a la fama tras publicarlos en su Instagram. Ahora, ante un compromiso tan importante como el que estaba por venir, el luchador acudió al gimnasio para perfeccionar su técnica sin descuidar su fuerza.
¿Que hizo? Se trabaja con mancuernas, flexiones de bíceps, pesos muy pesados y otros ejercicios típicos de gimnasio. Ojo, que por mucho que recurrió a estos ejercicios más convencionales, no abandonó lo que hacía un influencerademás de su impresionante físico que le dio el apodo.
En los entrenamientos de esos meses también recibió golpes de su preparador físico. El objetivo era aguantar golpes en el abdomen para ver si era capaz de aguantar los embates del rival. También demostró su fuerza doblando un hierro rígido con sus propias manos y con la ayuda de máquinas de gimnasia.
Martyn Ford no se queda atrás. El británico también mostró en sus redes cómo se prepara para el combate, aunque ha mantenido su estilo más tradicional que lo acompaña desde que se dedica a este tipo de disciplina. De la misma forma, su tamaño, su fuerza y la velocidad de sus movimientos también influyen.
PANTALLA COMPLETA
Entrando en la previa del partido, los dos rivales comenzaron a jugar para el público. El Hulk iraní fue a buscar a su oponente al hotel y publicó un video en su cuenta de Instagram pidiéndole que bajara. Ya se había producido un cruce en febrero, cuando los dos se vieron las caras y el inglés le empujó: el asiático acabó por los suelos.
