A medida que avanzan las investigaciones de los Mossos d’Esquadra, la trama del Barçagate se vuelve cada vez más complicada para los ex entrenadores del equipo blaugrana. Según informa el programa Qué t’hi jugues de la Cadena SER de Barcelona, los investigadores de la policía autonómica desautorizan la coartada del club que se basó en la auditoría encargada por Bartomeu a la empresa Pricewaterhouse Coopers (PwC).
Según los investigadores, la auditoría de PwC no pasó por los controles regulatorios de aprobación por parte de la junta directiva, de la misma forma que la Policía constató que algunas facturas de más de 200.000 euros no pasaron por los controles establecidos en los estatutos del club.
La SER añadió que los Mossos descubrieron que la directiva del Barça les instó a desmentir la información de la SER, negando que hubieran encomendado la labor de seguimiento de Redes Sociales a la empresa I3Ventures, dependiente de Nicerstream. Más que monitorear las redes, lo que hicieron estas empresas fue lanzar mensajes ofensivos y degradantes contra periodistas, oponentes, ex entrenadores, ex jugadores e incluso miembros activos de la escuadra.
Entre los correos que ha descubierto la Policía, según Cadena SER, se encuentra uno del jefe de gabinete de Bartomeu, Jaume Masferrer, en el que le pide a Carlos Ibáñez, titular de I3 Ventures, el original del contrato bajo el epígrafe «nuestro informe». Por tanto, parece claro que Barcelona sí encargó este trabajo y que intentó eludir esa información cuando encargó la auditoría a PwC, que no aportó la documentación necesaria para hacer su trabajo.
Fuente: as.com