La rivalidad entre Racing y Estudiantes de La Plata en la década del 60
De todos los enfrentamientos de la historia de nuestro fútbol, de los once mano a mano que disputaron Racing y Estudiantes de La Plata en más de un siglo, hay dos que tienen su propio peso específico, que alimentaron una rivalidad ideológica, una manera de ver y entender el deporte, un clima caliente en el campo de juego que inevitablemente se trasladaba a las tribunas. Los épicos choques de la década del 60, en especial los tres de la semifinal de la Copa Libertadores 1968.
La final del Metropolitano 1967
La rivalidad entre Racing y Estudiantes comenzó en la final del Metropolitano 1967, donde el Pincha se impuso 3-0 con goles de Verón, Madero y Togneri. En esa final, el equipo de Zubeldía jugó con ventaja debido a un día más de descanso que Racing, lo que influyó en el rendimiento de los jugadores de Pizzuti.
La preferencia de Bilardo y la victoria de Estudiantes
En la previa de la final, Carlos Bilardo aseguraba que prefería jugar con Racing debido a la familiaridad con el rival. En los enfrentamientos previos, Estudiantes había logrado imponerse, generando un clima de tensión en el campo de juego.
La revancha en la segunda rueda
En la segunda rueda, Estudiantes y Racing se enfrentaron nuevamente, con el Pincha ganando 1-0 con un gol de Manera. A pesar de la victoria, la rivalidad entre ambos equipos seguía en aumento.
La semifinal de la Copa Libertadores 1968
En la semifinal de la Copa Libertadores 1968, Racing se impuso en el primer partido 2-0, pero Estudiantes logró una contundente victoria en el segundo encuentro, desatando una serie de incidentes violentos en el campo de juego.
El desempate en el Monumental
El desempate entre Racing y Estudiantes se jugó en el Monumental, con el Pincha logrando la victoria y avanzando a la siguiente fase. El partido estuvo marcado por la violencia y las expulsiones, reflejando la intensa rivalidad entre ambos equipos.
Resumen
La rivalidad entre Racing y Estudiantes de La Plata en la década del 60 estuvo marcada por enfrentamientos épicos y tensiones constantes en el campo de juego. Los choques entre ambos equipos alimentaron una rivalidad histórica que perdura hasta el día de hoy, recordando una época dorada del fútbol argentino.
