Hoy me vacunaron con la primera dosis de Covishield. Estaba de guardia a la hora 13 y fui a tiempo. Nada más entrar al Centro Municipal de Vacunación, mientras me medía la temperatura y ponía alcohol en mis manos, recibí la primera sonrisa y me preguntaron mi nombre. Con la segunda sonrisa, me invitaron a sentarme en una silla de metal que alguien había limpiado convenientemente «al lado del hombre de la camisa negra». Resulta que era Hugo Díaz, el de la voz única hecha a medida por FM, que estaba exactamente a dos metros de mi silla.
Nos reconocimos y desde esa distancia comenzamos a hablar. Rápidamente acordamos qué tan bien parecía estar diseñado el sistema de vacunación. Había mucha gente, todos ubicados en diferentes «corralitos» marcados con cuerdas, que también delimitaban pasillos por donde caminar sin rozarse. Después de unos minutos estábamos prácticamente solos y fue entonces cuando nos llamaron. Primero por Hugo, luego por …
Te interesó este Titular? Seguí leyendo la Nota Completa
Esta nota fué publicada originalmente por Redacción en www.diariolamanana.com.ar el día: 2021-04-23 18:28:35