El Gobierno ajusta el esquema cambiario
Finalmente, el Gobierno se animó a ajustar el esquema cambiario. La alineación de las bandas de flotación con el índice de inflación es muy bien recibida en la City. Tanto el Gobierno como los operadores confían en que los flujos de ingresos de dólares al mercado bastarán para mantener cierta estabilidad en el tipo de cambio, a pesar de que la suba del techo se aplicará precisamente en enero, mes en el que cae la demanda estacional de pesos.
Esto no quita que en algún momento el tipo de cambio pueda experimentar «algo» de presión alcista. No solo por el límite superior de la banda, que desde enero correrá más rápido por la aceleración de la inflación, sino también por las compras de reservas y la mencionada caída estacional en la demanda de pesos, aunque el Gobierno podría ir calibrando sus movimientos para evitar mayor presión, de acuerdo con Pablo Repetto, líder de research de Aurum.
Variables macroeconómicas favorecen la estabilidad cambiaria
El analista financiero Salvador Di Stefano tiene una mirada más optimista sobre la evolución del tipo de cambio tras el ajuste en el esquema: a pesar de la caída estacional en la demanda de pesos que se dará a mediados del próximo mes, desestima presiones cambiarias, gracias al superávit fiscal, ausencia de emisión monetaria, reducción de la deuda, llegada de dólares desde el exterior, buena cosecha y más exportaciones del sector energético.
«El mercado cambiario debería seguir relativamente calmo, aun con un eventual deslizamiento gradual de la cotización a partir del ajuste en el ritmo de actualización de las bandas de flotación. Creo que esta iniciativa, junto a la mayor acumulación de reservas, debería contribuir a extender la tónica positiva en el mercado financiero», concuerda su colega Gustavo Ber.
La City celebra el nuevo esquema cambiario
Repetto celebra el anuncio realizado ayer por el Banco Central. Considera lógico el ajuste en las bandas de flotación, que desde enero tendrán un mecanismo más «normal» que el actual. Afirma que era necesario aplicar este cambio porque el ritmo que se venía aplicando desde abril, con un avance de apenas 1% mensual (por debajo del índice de inflación), había quedado «desfasado» respecto al ritmo de los precios de la economía e «iba a traer problemas».
Para el analista Gastón Lentini, no es casual que el nuevo esquema arranque el 1 de enero: cree que el Gobierno tiene cerrado algún tipo de acuerdo con empresas o empresarios para que empiecen a volcar dólares a la economía real. Así, la idea final es siempre la misma: que haya actores que desembolsen divisas en la economía y, al mismo tiempo, sin grandes cambios en la cantidad de pesos en circulación.
Resumen
En resumen, la ajuste en el esquema cambiario implementado por el Gobierno ha generado expectativas positivas en la City y entre los analistas financieros. A pesar de las posibles presiones alcistas en el tipo de cambio a corto plazo, se espera que la estabilidad se mantenga gracias a variables macroeconómicas favorables y flujos de ingresos de dólares al mercado. La acumulación de reservas y el ritmo de actualización de las bandas de flotación son vistos como factores clave para mantener la calma en el mercado cambiario en el próximo año.
:quality(75):max_bytes(102400)/assets.iprofesional.com/assets/jpg/2025/10/605015_landscape.jpg?w=1024&resize=1024,1024&ssl=1)