Beijing cerró carreteras y patios de recreo escolares el viernes debido a un nube densa contaminación en el norte de China, que aumentó su producción de carbón a pesar del escrutinio internacional por su contribución al cambio climático.
Muchas partes del norte de China quedaron sumergidas el viernes en una niebla espesa, con visibilidad en algunas áreas reducida a solo 200 metros, según la agencia estatal de meteorología.
Las autoridades de Beijing atribuyeron esta situación a «condiciones climáticas desfavorables y la expansión de la contaminación regional«.
La capital del gigante asiático, que acogerá los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero, ordenó escuelas suspender las clases y actividades de educación física fuera de los establecimientos.
Debido a la mala visibilidad, el cierre de autopista que conectan con grandes ciudades como Shanghai, Tianjin o Harbin.
Beijing envuelto en una nube de contaminación. Foto Jade Gao / AFP
La contaminación registrada el viernes por la mañana por una estación de la embajada de Estados Unidos en Beijing alcanzó niveles «muy dañinos» para la población, según lo indicado por la misión diplomática.
Se analizó que la concentración de partículas contaminantes en el aire, que penetran en los pulmones humanos y provocan enfermedades respiratorias, fue de alrededor 220 microgramos por metro cúbico, muy por encima del límite de 15 establecido por la Organización Mundial de la Salud.
Esperan que esta nube tóxica permanezca hasta el sábado por la noche, según las previsiones de las autoridades de la ciudad.
Esta semana, China anunció un aumento de más de un millón de toneladas en su producción diaria de carbón para paliar la escasez energética que ha provocado el cierre de varias fábricas en los últimos meses.
El aumento de la producción de este combustible fósil contradice los compromisos ambientales asumidos por Beijing, precisamente en la semana en que comenzó la cumbre climática COP26 en Glasgow.
Beijing envuelto en una nube de contaminación. Foto Jade Gao / AFP
Las autoridades chinas se fijaron el objetivo de alcanzar su pico de emisiones de dióxido de carbono en 2030 y reducirlas a un equilibrio neutral para 2060.
La rápida industrialización del país hizo comunes estos episodios de smog, aunque la frecuencia se había reducido en los últimos años debido a la creciente conciencia de las autoridades por el medio ambiente.
Aun así, el país sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles y el 60% de su energía proviene del carbón.
En la cumbre climática de Glasgow, a la que no asistió en persona el presidente chino, Xi Jinping, su homólogo estadounidense, Joe Biden, arremetió contra China y señaló que «las acciones hablan más que las palabras».
Con información de AFP
DB
Fuente: Clarin.com