">

Cartas de lectores: acto político

Obsceno. definición: adj. descarado, torpe, ofensivo al pudor. Así se puede describir el acto de campaña del binomio Manzur-Jaldo en Monteros el lunes de la semana pasada. El «aparato político» se despliega ostentosamente sin justificación alguna para ello. Alrededor de 100 autobuses (con un costo promedio de $ 30,000 cada uno) para «captar clientes» de toda la provincia. Sumando gastos de sonido, cotillón proselitista, avituallamientos para unas 3.000 personas, etc. nos da una cifra millonaria gastada exclusivamente para mantenerse en el poder a toda costa. Las manidas frases de campaña, utilizadas reiteradamente en todas las elecciones de los últimos 20 años, atronaron los discursos donde no faltaron los elogios de unos a otros. En medio de toda esta farsa, cientos de mujeres, hombres y niños pensando en cómo seguir navegando, una vez finalizado el evento, en el mar de necesidades que nos impone una devastadora crisis económica en todo el país. Y obliga desde ya hasta el acto electoral a trasladarse a todos los puntos de la provincia, donde esta dirigencia sigue prometiendo «seguir trabajando duro por el futuro mejor que todos nos merecemos». Realmente patético. Y no podemos dejar de repetir, sin que a ningún candidato le interese absolutamente, los dos meses que llevamos sin atención médica en toda la provincia, porque «los recursos no alcanzan para satisfacer las desmesuradas ambiciones salariales del personal sanitario». Gracias a Dios que tenemos gobernador y candidato a la máxima alcaldía provincial de profesión médica, pero qué sería de nosotros. Esta sería la ofrenda: una contundente victoria política en una provincia devastada por la pobreza, la miseria clientelista y la pérdida absoluta de los valores éticos que tal vez alguna vez tuvimos.

Obsceno. definición: adj. descarado, torpe, ofensivo al pudor. Así se puede describir el acto de campaña del binomio Manzur-Jaldo en Monteros el lunes de la semana pasada. El «aparato político» se despliega ostentosamente sin justificación alguna para ello. Alrededor de 100 autobuses (con un costo promedio de $ 30,000 cada uno) para «captar clientes» de toda la provincia. Sumando gastos de sonido, cotillón proselitista, avituallamientos para unas 3.000 personas, etc. nos da una cifra millonaria gastada exclusivamente para mantenerse en el poder a toda costa. Las manidas frases de campaña, utilizadas reiteradamente en todas las elecciones de los últimos 20 años, atronaron los discursos donde no faltaron los elogios de unos a otros. En medio de toda esta farsa, cientos de mujeres, hombres y niños pensando en cómo seguir navegando, una vez finalizado el evento, en el mar de necesidades que nos impone una devastadora crisis económica en todo el país. Y obliga desde ya hasta el acto electoral a trasladarse a todos los puntos de la provincia, donde esta dirigencia sigue prometiendo «seguir trabajando duro por el futuro mejor que todos nos merecemos». Realmente patético. Y no podemos dejar de repetir, sin que a ningún candidato le interese absolutamente, los dos meses que llevamos sin atención médica en toda la provincia, porque «los recursos no alcanzan para satisfacer las desmesuradas ambiciones salariales del personal sanitario». Gracias a Dios que tenemos gobernador y candidato a la máxima alcaldía provincial de profesión médica, pero qué sería de nosotros. Esta sería la ofrenda: una contundente victoria política en una provincia devastada por la pobreza, la miseria clientelista y la pérdida absoluta de los valores éticos que tal vez alguna vez tuvimos.

Salir de la versión móvil