En cuanto a la carta de Héctor L. Bravo (“PAMI”, 10/06), celebro su defensa permanente de los derechos en nuestra obra social, así como a miles de afiliados que la están padeciendo por el uso permanente que la clase lo da política de todos los gobiernos, sin distinción de signo, mal gestionando burocráticamente para fines que nada tienen que ver con la salud. Para tal situación tenemos la autoridad absoluta para ser los administradores directos de la misma. Así lo expresó el señor Bravo, su deseo de entrevistar al titular del PAMI, para sugerirle, en base a sus años de experiencia, alternativas para acceder a una mayor eficiencia en términos de beneficios. Muchos de nosotros somos afiliados que estamos capacitados para hacerlo. Desde hace varios años en mi permanente defensa de nuestros derechos, utilizando la palabra como mejor herramienta a través de innumerables cartas a los lectores, señalando las permanentes deficiencias en los servicios, así como con propuestas concretas y factibles para corregirlas. En LA GACETA (05/02/18) se publicó una “Carta abierta al presidente Macri”, por supuesto nunca recibí respuesta, ni se cumplió nada en su período de gobierno, para normalizar el PAMI. También dirigí una “Carta Abierta” a la Directora Ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, sobre las nuevas disposiciones bajo el nombre “Libertad para elegir”, publicada el 02/04/2022 como “Voces, reclamos y expectativas de los jubilados” en “Cartas a la patria” de “Clarín”. Para mi sorpresa, el 04/04 recibí una llamada telefónica de Central PAMI encargada por la abogada Luana Volnovich, luego de trámites burocráticos vía WhatsApp, se resolvió parte de lo planteado en mi caso particular, quedando la mayoría de los problemas pendientes. origen, entre otros: 1) La libre elección de Médicos Especialistas no es tal, debiendo realizarse un sinfín de trámites, sin acceso directo a los referidos profesionales. 2) Durante varios meses cuando voy a la farmacia a retirar mis medicamentos del mes me cobran reiteradamente por medicamentos que están incluidos en el Vademécum PAMI gratuito que debo pagar, realmente inexplicable. 3) Otro tema es el de la vacunación antigripal, que no se puede hacer en ninguna farmacia indicada por el PAMI, después de un peregrinaje de varias semanas (también lamentable) finalmente tuve que vacunarme a través de Siprosa en el nodo 107. Podría seguir enumerando las deficiencias, pero sería interminable. Como se puede apreciar, ni siquiera con la intervención de la Central PAMI podemos recibir la atención que merecen los jubilados. No bajaré los brazos y continuaré en la tarea de exigir el cumplimiento de los derechos que nos asisten los jubilados como afiliados al PAMI, haciendo votos por que cada día más jubilados sumen su voz para lograr los objetivos propuestos en la gestión de nuestra Obra. Social por sus verdaderos dueños.
En cuanto a la carta de Héctor L. Bravo (“PAMI”, 10/06), celebro su defensa permanente de los derechos en nuestra obra social, así como a miles de afiliados que la están padeciendo por el uso permanente que la clase lo da política de todos los gobiernos, sin distinción de signo, mal gestionando burocráticamente para fines que nada tienen que ver con la salud. Para tal situación tenemos la autoridad absoluta para ser los administradores directos de la misma. Así lo expresó el señor Bravo, su deseo de entrevistar al titular del PAMI, para sugerirle, en base a sus años de experiencia, alternativas para acceder a una mayor eficiencia en términos de beneficios. Muchos de nosotros somos afiliados que estamos capacitados para hacerlo. Desde hace varios años en mi permanente defensa de nuestros derechos, utilizando la palabra como mejor herramienta a través de innumerables cartas a los lectores, señalando las permanentes deficiencias en los servicios, así como con propuestas concretas y factibles para corregirlas. En LA GACETA (05/02/18) se publicó una “Carta abierta al presidente Macri”, por supuesto nunca recibí respuesta, ni se cumplió nada en su período de gobierno, para normalizar el PAMI. También dirigí una “Carta Abierta” a la Directora Ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, sobre las nuevas disposiciones bajo el nombre “Libertad para elegir”, publicada el 02/04/2022 como “Voces, reclamos y expectativas de los jubilados” en “Cartas a la patria” de “Clarín”. Para mi sorpresa, el 04/04 recibí una llamada telefónica de Central PAMI encargada por la abogada Luana Volnovich, luego de trámites burocráticos vía WhatsApp, se resolvió parte de lo planteado en mi caso particular, quedando la mayoría de los problemas pendientes. origen, entre otros: 1) La libre elección de Médicos Especialistas no es tal, debiendo realizarse un sinfín de trámites, sin acceso directo a los referidos profesionales. 2) Durante varios meses cuando voy a la farmacia a retirar mis medicamentos del mes me cobran reiteradamente por medicamentos que están incluidos en el Vademécum PAMI gratuito que debo pagar, realmente inexplicable. 3) Otro tema es el de la vacunación antigripal, que no se puede hacer en ninguna farmacia indicada por el PAMI, después de un peregrinaje de varias semanas (también lamentable) finalmente tuve que vacunarme a través de Siprosa en el nodo 107. Podría seguir enumerando las deficiencias, pero sería interminable. Como se puede apreciar, ni siquiera con la intervención de la Central PAMI podemos recibir la atención que merecen los jubilados. No bajaré los brazos y continuaré en la tarea de exigir el cumplimiento de los derechos que nos asisten los jubilados como afiliados al PAMI, haciendo votos por que cada día más jubilados sumen su voz para lograr los objetivos propuestos en la gestión de nuestra Obra. Social por sus verdaderos dueños.
En cuanto a la carta de Héctor L. Bravo (“PAMI”, 10/06), celebro su defensa permanente de los derechos en nuestra obra social, así como a miles de afiliados que la están padeciendo por el uso permanente que la clase lo da política de todos los gobiernos, sin distinción de signo, mal gestionando burocráticamente para fines que nada tienen que ver con la salud. Para tal situación tenemos la autoridad absoluta para ser los administradores directos de la misma. Así lo expresó el señor Bravo, su deseo de entrevistar al titular del PAMI, para sugerirle, en base a sus años de experiencia, alternativas para acceder a una mayor eficiencia en términos de beneficios. Muchos de nosotros somos afiliados que estamos capacitados para hacerlo. Desde hace varios años en mi permanente defensa de nuestros derechos, utilizando la palabra como mejor herramienta a través de innumerables cartas a los lectores, señalando las permanentes deficiencias en los servicios, así como con propuestas concretas y factibles para corregirlas. En LA GACETA (05/02/18) se publicó una “Carta abierta al presidente Macri”, por supuesto nunca recibí respuesta, ni se cumplió nada en su período de gobierno, para normalizar el PAMI. También dirigí una “Carta Abierta” a la Directora Ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, sobre las nuevas disposiciones bajo el nombre “Libertad para elegir”, publicada el 02/04/2022 como “Voces, reclamos y expectativas de los jubilados” en “Cartas a la patria” de “Clarín”. Para mi sorpresa, el 04/04 recibí una llamada telefónica de Central PAMI encargada por la abogada Luana Volnovich, luego de trámites burocráticos vía WhatsApp, se resolvió parte de lo planteado en mi caso particular, quedando la mayoría de los problemas pendientes. origen, entre otros: 1) La libre elección de Médicos Especialistas no es tal, debiendo realizarse un sinfín de trámites, sin acceso directo a los referidos profesionales. 2) Durante varios meses cuando voy a la farmacia a retirar mis medicamentos del mes me cobran reiteradamente por medicamentos que están incluidos en el Vademécum PAMI gratuito que debo pagar, realmente inexplicable. 3) Otro tema es el de la vacunación antigripal, que no se puede hacer en ninguna farmacia indicada por el PAMI, después de un peregrinaje de varias semanas (también lamentable) finalmente tuve que vacunarme a través de Siprosa en el nodo 107. Podría seguir enumerando las deficiencias, pero sería interminable. Como se puede apreciar, ni siquiera con la intervención de la Central PAMI podemos recibir la atención que merecen los jubilados. No bajaré los brazos y continuaré en la tarea de exigir el cumplimiento de los derechos que nos asisten los jubilados como afiliados al PAMI, haciendo votos por que cada día más jubilados sumen su voz para lograr los objetivos propuestos en la gestión de nuestra Obra. Social por sus verdaderos dueños.
En cuanto a la carta de Héctor L. Bravo (“PAMI”, 10/06), celebro su defensa permanente de los derechos en nuestra obra social, así como a miles de afiliados que la están padeciendo por el uso permanente que la clase lo da política de todos los gobiernos, sin distinción de signo, mal gestionando burocráticamente para fines que nada tienen que ver con la salud. Para tal situación tenemos la autoridad absoluta para ser los administradores directos de la misma. Así lo expresó el señor Bravo, su deseo de entrevistar al titular del PAMI, para sugerirle, en base a sus años de experiencia, alternativas para acceder a una mayor eficiencia en términos de beneficios. Muchos de nosotros somos afiliados que estamos capacitados para hacerlo. Desde hace varios años en mi permanente defensa de nuestros derechos, utilizando la palabra como mejor herramienta a través de innumerables cartas a los lectores, señalando las permanentes deficiencias en los servicios, así como con propuestas concretas y factibles para corregirlas. En LA GACETA (05/02/18) se publicó una “Carta abierta al presidente Macri”, por supuesto nunca recibí respuesta, ni se cumplió nada en su período de gobierno, para normalizar el PAMI. También dirigí una “Carta Abierta” a la Directora Ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, sobre las nuevas disposiciones bajo el nombre “Libertad para elegir”, publicada el 02/04/2022 como “Voces, reclamos y expectativas de los jubilados” en “Cartas a la patria” de “Clarín”. Para mi sorpresa, el 04/04 recibí una llamada telefónica de Central PAMI encargada por la abogada Luana Volnovich, luego de trámites burocráticos vía WhatsApp, se resolvió parte de lo planteado en mi caso particular, quedando la mayoría de los problemas pendientes. origen, entre otros: 1) La libre elección de Médicos Especialistas no es tal, debiendo realizarse un sinfín de trámites, sin acceso directo a los referidos profesionales. 2) Durante varios meses cuando voy a la farmacia a retirar mis medicamentos del mes me cobran reiteradamente por medicamentos que están incluidos en el Vademécum PAMI gratuito que debo pagar, realmente inexplicable. 3) Otro tema es el de la vacunación antigripal, que no se puede hacer en ninguna farmacia indicada por el PAMI, después de un peregrinaje de varias semanas (también lamentable) finalmente tuve que vacunarme a través de Siprosa en el nodo 107. Podría seguir enumerando las deficiencias, pero sería interminable. Como se puede apreciar, ni siquiera con la intervención de la Central PAMI podemos recibir la atención que merecen los jubilados. No bajaré los brazos y continuaré en la tarea de exigir el cumplimiento de los derechos que nos asisten los jubilados como afiliados al PAMI, haciendo votos por que cada día más jubilados sumen su voz para lograr los objetivos propuestos en la gestión de nuestra Obra. Social por sus verdaderos dueños.
En cuanto a la carta de Héctor L. Bravo (“PAMI”, 10/06), celebro su defensa permanente de los derechos en nuestra obra social, así como a miles de afiliados que la están padeciendo por el uso permanente que la clase lo da política de todos los gobiernos, sin distinción de signo, mal gestionando burocráticamente para fines que nada tienen que ver con la salud. Para tal situación tenemos la autoridad absoluta para ser los administradores directos de la misma. Así lo expresó el señor Bravo, su deseo de entrevistar al titular del PAMI, para sugerirle, en base a sus años de experiencia, alternativas para acceder a una mayor eficiencia en términos de beneficios. Muchos de nosotros somos afiliados que estamos capacitados para hacerlo. Desde hace varios años en mi permanente defensa de nuestros derechos, utilizando la palabra como mejor herramienta a través de innumerables cartas a los lectores, señalando las permanentes deficiencias en los servicios, así como con propuestas concretas y factibles para corregirlas. En LA GACETA (05/02/18) se publicó una “Carta abierta al presidente Macri”, por supuesto nunca recibí respuesta, ni se cumplió nada en su período de gobierno, para normalizar el PAMI. También dirigí una “Carta Abierta” a la Directora Ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, sobre las nuevas disposiciones bajo el nombre “Libertad para elegir”, publicada el 02/04/2022 como “Voces, reclamos y expectativas de los jubilados” en “Cartas a la patria” de “Clarín”. Para mi sorpresa, el 04/04 recibí una llamada telefónica de Central PAMI encargada por la abogada Luana Volnovich, luego de trámites burocráticos vía WhatsApp, se resolvió parte de lo planteado en mi caso particular, quedando la mayoría de los problemas pendientes. origen, entre otros: 1) La libre elección de Médicos Especialistas no es tal, debiendo realizarse un sinfín de trámites, sin acceso directo a los referidos profesionales. 2) Durante varios meses cuando voy a la farmacia a retirar mis medicamentos del mes me cobran reiteradamente por medicamentos que están incluidos en el Vademécum PAMI gratuito que debo pagar, realmente inexplicable. 3) Otro tema es el de la vacunación antigripal, que no se puede hacer en ninguna farmacia indicada por el PAMI, después de un peregrinaje de varias semanas (también lamentable) finalmente tuve que vacunarme a través de Siprosa en el nodo 107. Podría seguir enumerando las deficiencias, pero sería interminable. Como se puede apreciar, ni siquiera con la intervención de la Central PAMI podemos recibir la atención que merecen los jubilados. No bajaré los brazos y continuaré en la tarea de exigir el cumplimiento de los derechos que nos asisten los jubilados como afiliados al PAMI, haciendo votos por que cada día más jubilados sumen su voz para lograr los objetivos propuestos en la gestión de nuestra Obra. Social por sus verdaderos dueños.
En cuanto a la carta de Héctor L. Bravo (“PAMI”, 10/06), celebro su defensa permanente de los derechos en nuestra obra social, así como a miles de afiliados que la están padeciendo por el uso permanente que la clase lo da política de todos los gobiernos, sin distinción de signo, mal gestionando burocráticamente para fines que nada tienen que ver con la salud. Para tal situación tenemos la autoridad absoluta para ser los administradores directos de la misma. Así lo expresó el señor Bravo, su deseo de entrevistar al titular del PAMI, para sugerirle, en base a sus años de experiencia, alternativas para acceder a una mayor eficiencia en términos de beneficios. Muchos de nosotros somos afiliados que estamos capacitados para hacerlo. Desde hace varios años en mi permanente defensa de nuestros derechos, utilizando la palabra como mejor herramienta a través de innumerables cartas a los lectores, señalando las permanentes deficiencias en los servicios, así como con propuestas concretas y factibles para corregirlas. En LA GACETA (05/02/18) se publicó una “Carta abierta al presidente Macri”, por supuesto nunca recibí respuesta, ni se cumplió nada en su período de gobierno, para normalizar el PAMI. También dirigí una “Carta Abierta” a la Directora Ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, sobre las nuevas disposiciones bajo el nombre “Libertad para elegir”, publicada el 02/04/2022 como “Voces, reclamos y expectativas de los jubilados” en “Cartas a la patria” de “Clarín”. Para mi sorpresa, el 04/04 recibí una llamada telefónica de Central PAMI encargada por la abogada Luana Volnovich, luego de trámites burocráticos vía WhatsApp, se resolvió parte de lo planteado en mi caso particular, quedando la mayoría de los problemas pendientes. origen, entre otros: 1) La libre elección de Médicos Especialistas no es tal, debiendo realizarse un sinfín de trámites, sin acceso directo a los referidos profesionales. 2) Durante varios meses cuando voy a la farmacia a retirar mis medicamentos del mes me cobran reiteradamente por medicamentos que están incluidos en el Vademécum PAMI gratuito que debo pagar, realmente inexplicable. 3) Otro tema es el de la vacunación antigripal, que no se puede hacer en ninguna farmacia indicada por el PAMI, después de un peregrinaje de varias semanas (también lamentable) finalmente tuve que vacunarme a través de Siprosa en el nodo 107. Podría seguir enumerando las deficiencias, pero sería interminable. Como se puede apreciar, ni siquiera con la intervención de la Central PAMI podemos recibir la atención que merecen los jubilados. No bajaré los brazos y continuaré en la tarea de exigir el cumplimiento de los derechos que nos asisten los jubilados como afiliados al PAMI, haciendo votos por que cada día más jubilados sumen su voz para lograr los objetivos propuestos en la gestión de nuestra Obra. Social por sus verdaderos dueños.
En cuanto a la carta de Héctor L. Bravo (“PAMI”, 10/06), celebro su defensa permanente de los derechos en nuestra obra social, así como a miles de afiliados que la están padeciendo por el uso permanente que la clase lo da política de todos los gobiernos, sin distinción de signo, mal gestionando burocráticamente para fines que nada tienen que ver con la salud. Para tal situación tenemos la autoridad absoluta para ser los administradores directos de la misma. Así lo expresó el señor Bravo, su deseo de entrevistar al titular del PAMI, para sugerirle, en base a sus años de experiencia, alternativas para acceder a una mayor eficiencia en términos de beneficios. Muchos de nosotros somos afiliados que estamos capacitados para hacerlo. Desde hace varios años en mi permanente defensa de nuestros derechos, utilizando la palabra como mejor herramienta a través de innumerables cartas a los lectores, señalando las permanentes deficiencias en los servicios, así como con propuestas concretas y factibles para corregirlas. En LA GACETA (05/02/18) se publicó una “Carta abierta al presidente Macri”, por supuesto nunca recibí respuesta, ni se cumplió nada en su período de gobierno, para normalizar el PAMI. También dirigí una “Carta Abierta” a la Directora Ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, sobre las nuevas disposiciones bajo el nombre “Libertad para elegir”, publicada el 02/04/2022 como “Voces, reclamos y expectativas de los jubilados” en “Cartas a la patria” de “Clarín”. Para mi sorpresa, el 04/04 recibí una llamada telefónica de Central PAMI encargada por la abogada Luana Volnovich, luego de trámites burocráticos vía WhatsApp, se resolvió parte de lo planteado en mi caso particular, quedando la mayoría de los problemas pendientes. origen, entre otros: 1) La libre elección de Médicos Especialistas no es tal, debiendo realizarse un sinfín de trámites, sin acceso directo a los referidos profesionales. 2) Durante varios meses cuando voy a la farmacia a retirar mis medicamentos del mes me cobran reiteradamente por medicamentos que están incluidos en el Vademécum PAMI gratuito que debo pagar, realmente inexplicable. 3) Otro tema es el de la vacunación antigripal, que no se puede hacer en ninguna farmacia indicada por el PAMI, después de un peregrinaje de varias semanas (también lamentable) finalmente tuve que vacunarme a través de Siprosa en el nodo 107. Podría seguir enumerando las deficiencias, pero sería interminable. Como se puede apreciar, ni siquiera con la intervención de la Central PAMI podemos recibir la atención que merecen los jubilados. No bajaré los brazos y continuaré en la tarea de exigir el cumplimiento de los derechos que nos asisten los jubilados como afiliados al PAMI, haciendo votos por que cada día más jubilados sumen su voz para lograr los objetivos propuestos en la gestión de nuestra Obra. Social por sus verdaderos dueños.
En cuanto a la carta de Héctor L. Bravo (“PAMI”, 10/06), celebro su defensa permanente de los derechos en nuestra obra social, así como a miles de afiliados que la están padeciendo por el uso permanente que la clase lo da política de todos los gobiernos, sin distinción de signo, mal gestionando burocráticamente para fines que nada tienen que ver con la salud. Para tal situación tenemos la autoridad absoluta para ser los administradores directos de la misma. Así lo expresó el señor Bravo, su deseo de entrevistar al titular del PAMI, para sugerirle, en base a sus años de experiencia, alternativas para acceder a una mayor eficiencia en términos de beneficios. Muchos de nosotros somos afiliados que estamos capacitados para hacerlo. Desde hace varios años en mi permanente defensa de nuestros derechos, utilizando la palabra como mejor herramienta a través de innumerables cartas a los lectores, señalando las permanentes deficiencias en los servicios, así como con propuestas concretas y factibles para corregirlas. En LA GACETA (05/02/18) se publicó una “Carta abierta al presidente Macri”, por supuesto nunca recibí respuesta, ni se cumplió nada en su período de gobierno, para normalizar el PAMI. También dirigí una “Carta Abierta” a la Directora Ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, sobre las nuevas disposiciones bajo el nombre “Libertad para elegir”, publicada el 02/04/2022 como “Voces, reclamos y expectativas de los jubilados” en “Cartas a la patria” de “Clarín”. Para mi sorpresa, el 04/04 recibí una llamada telefónica de Central PAMI encargada por la abogada Luana Volnovich, luego de trámites burocráticos vía WhatsApp, se resolvió parte de lo planteado en mi caso particular, quedando la mayoría de los problemas pendientes. origen, entre otros: 1) La libre elección de Médicos Especialistas no es tal, debiendo realizarse un sinfín de trámites, sin acceso directo a los referidos profesionales. 2) Durante varios meses cuando voy a la farmacia a retirar mis medicamentos del mes me cobran reiteradamente por medicamentos que están incluidos en el Vademécum PAMI gratuito que debo pagar, realmente inexplicable. 3) Otro tema es el de la vacunación antigripal, que no se puede hacer en ninguna farmacia indicada por el PAMI, después de un peregrinaje de varias semanas (también lamentable) finalmente tuve que vacunarme a través de Siprosa en el nodo 107. Podría seguir enumerando las deficiencias, pero sería interminable. Como se puede apreciar, ni siquiera con la intervención de la Central PAMI podemos recibir la atención que merecen los jubilados. No bajaré los brazos y continuaré en la tarea de exigir el cumplimiento de los derechos que nos asisten los jubilados como afiliados al PAMI, haciendo votos por que cada día más jubilados sumen su voz para lograr los objetivos propuestos en la gestión de nuestra Obra. Social por sus verdaderos dueños.