¿A cuántos niños bautizó Angueto a sus perros imaginarios? ¿Cuántos flacos en medio de un picadito recibieron el imperativo “pásala Canuto Cañete”? Cuantos cantábamos en el carro del viejo que andábamos en una carrindanga año 22? ¿Cuántos de nosotros reconocimos a ese tipo sin sentido en un miembro de la familia? Cuántos queríamos que como conscripto te salvaras de la colimba, que como detective descubrieras a los «pícaros» y que te regalaran el auto que tan justamente habías ganado en el concurso de las telenovelas escribiendo miles de cartas ? ¿Cuántas madres le pidieron al peluquero que les cortara el pelo a sus hijos con flequillo como Carlitos Balá? ¿Cuántos llenaron su medidor de chupetes con chupetes y biberones? ¿Cuántos de nosotros, después de hacer un chiste, nos dijimos “qué pena que no lo pueda compartir”? ¿Cuántos millones de dibujos, cartas, muñecos, regalos, te han enviado en tu vida? ¿Cuántos atesoran tu foto autografiada o tus discos de vinilo como intocables? Yo que contigo descubrí que la sal tenía sabor salado, y que aprendí que eras la sal de la vida por varias generaciones, unidos en el amor por tu persona, solo quiero decirte gracias y que pasaste tiempo Petronilo, cielo va Para que te quedes pequeño, necesitarás dos números más.
.