En estos días se pueden leer diferentes exposiciones y opiniones sobre la IA. Algunas notas intentan explicar su alcance y otras cuestionan su seguridad para el futuro de la humanidad. En este sentido, cabe recordar la advertencia póstuma del famoso científico Stephen Hawking para que la ciencia tenga más cuidado con la IA. Creo que no fue en vano que dejó tal mensaje, porque la cibernética ha estado interfiriendo en nuestras vidas y reemplazando actividades durante mucho tiempo. que son absolutamente necesarios para estimular nuestra inteligencia personal. En este sentido, es fácil ver cómo la educación se deterioró gradualmente mientras el mercado ofrecía más entretenimiento. En muchas películas, de diferentes países, se puede ver como algunos alumnos se entretienen durante la clase, jugando con sus celulares. También vemos personas conduciendo automóviles y motocicletas hablando o revisando sus teléfonos sin considerar el peligro de la falta de atención. No cabe duda de que toda la tecnología actual, si bien tiene su lado positivo, también aumenta el adormecimiento de la mente y nos hace susceptibles a todo tipo de influencias ya que no existen filtros que protejan nuestro discernimiento o estimulen nuestro sentido crítico. Toda esta tecnología contribuyó a que el alumno lea poco o nada, pues le ahorra el esfuerzo de estudiar, recurriendo a Internet cada vez que tiene que resolver problemas o rendir exámenes. Por todo esto, es de pensar que la IA puede ser beneficiosa en la medida en que sea una herramienta que pueda aliviar el trabajo humano, pero no cabe duda de que también sustituirá a muchos trabajadores, generando otros problemas cuya solución aún no se vislumbra. . Sin embargo, creo que el mayor daño de la IA será el progresivo embotamiento de la población por la forma en que evita ejercitar el intelecto y el sentido crítico. Obviamente, también dañará a los científicos en la medida en que la intrusión de la IA se entrometa en sus propias vidas. Sin duda el deterioro intelectual de la humanidad será progresivo en la medida en que esta “prótesis” del pensamiento nos convierta en zombies y sin exagerar creo que con el tiempo habrá que preguntarle al Programa si queremos saber quiénes somos. .
En estos días se pueden leer diferentes exposiciones y opiniones sobre la IA. Algunas notas intentan explicar su alcance y otras cuestionan su seguridad para el futuro de la humanidad. En este sentido, cabe recordar la advertencia póstuma del famoso científico Stephen Hawking para que la ciencia tenga más cuidado con la IA. Creo que no fue en vano que dejó tal mensaje, porque la cibernética ha estado interfiriendo en nuestras vidas y reemplazando actividades durante mucho tiempo. que son absolutamente necesarios para estimular nuestra inteligencia personal. En este sentido, es fácil ver cómo la educación se deterioró gradualmente mientras el mercado ofrecía más entretenimiento. En muchas películas, de diferentes países, se puede ver como algunos alumnos se entretienen durante la clase, jugando con sus celulares. También vemos personas conduciendo automóviles y motocicletas hablando o revisando sus teléfonos sin considerar el peligro de la falta de atención. No cabe duda de que toda la tecnología actual, si bien tiene su lado positivo, también aumenta el adormecimiento de la mente y nos hace susceptibles a todo tipo de influencias ya que no existen filtros que protejan nuestro discernimiento o estimulen nuestro sentido crítico. Toda esta tecnología contribuyó a que el alumno lea poco o nada, pues le ahorra el esfuerzo de estudiar, recurriendo a Internet cada vez que tiene que resolver problemas o rendir exámenes. Por todo esto, es de pensar que la IA puede ser beneficiosa en la medida en que sea una herramienta que pueda aliviar el trabajo humano, pero no cabe duda de que también sustituirá a muchos trabajadores, generando otros problemas cuya solución aún no se vislumbra. . Sin embargo, creo que el mayor daño de la IA será el progresivo embotamiento de la población por la forma en que evita ejercitar el intelecto y el sentido crítico. Obviamente, también dañará a los científicos en la medida en que la intrusión de la IA se entrometa en sus propias vidas. Sin duda el deterioro intelectual de la humanidad será progresivo en la medida en que esta “prótesis” del pensamiento nos convierta en zombies y sin exagerar creo que con el tiempo habrá que preguntarle al Programa si queremos saber quiénes somos. .