Hay un tema del que nadie habla y que, por lo menos, me tiene obsesionado: ¿Quién está a cargo de los miles de millones de pesos que nos han quitado a los tucumanos para estas elecciones frustradas y peliagudas? Gracias a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sacado a la luz este engaño, para que los tucumanos empecemos a saber que nos están estafando escandalosamente; Escándalo en el conocimiento de los candidatos a gobernador y vicepresidente del oficialismo de que se trató de un acto fuera de toda legalidad, pues han necesitado forzar nuestra Constitución para llevarlo a cabo. Pero, claro, un avivamiento del candidato a vicepresidente y del oficialismo adelantando precipitadamente el acto electoral ha colapsado un proceso muy costoso en dinero, en instituciones, en el trabajo de miles de candidatos de buena fe, y sobre todo , en la creencia de que la Democracia es un sistema de limosnas, de mentiras, de hacer lo que quiera el gobernante de turno que se apropia y decide impunemente. Desde niños nos enseñaron que “el que las hace, las paga”, como regla de honor y responsabilidad. De ahí el orgullo del premio por las buenas obras o la reparación de las malas conductas. Entonces, vuelvo a preguntarme: ¿Ahora quién paga el costo millonario al que ha sometido a esta pobre y cada vez más empobrecida provincia con el engañoso acto electoral felizmente suspendido? Señor Manzur, la gente se pregunta qué más buscan con estos enredos. Ha tenido altos cargos, altos honores y otros beneficios que da la política. ¿No es eso suficiente?
Hay un tema del que nadie habla y que, por lo menos, me tiene obsesionado: ¿Quién está a cargo de los miles de millones de pesos que nos han quitado a los tucumanos para estas elecciones frustradas y peliagudas? Gracias a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sacado a la luz este engaño, para que los tucumanos empecemos a saber que nos están estafando escandalosamente; Escándalo en el conocimiento de los candidatos a gobernador y vicepresidente del oficialismo de que se trató de un acto fuera de toda legalidad, pues han necesitado forzar nuestra Constitución para llevarlo a cabo. Pero, claro, un avivamiento del candidato a vicepresidente y del oficialismo adelantando precipitadamente el acto electoral ha colapsado un proceso muy costoso en dinero, en instituciones, en el trabajo de miles de candidatos de buena fe, y sobre todo , en la creencia de que la Democracia es un sistema de limosnas, de mentiras, de hacer lo que quiera el gobernante de turno que se apropia y decide impunemente. Desde niños nos enseñaron que “el que las hace, las paga”, como regla de honor y responsabilidad. De ahí el orgullo del premio por las buenas obras o la reparación de las malas conductas. Entonces, vuelvo a preguntarme: ¿Ahora quién paga el costo millonario al que ha sometido a esta pobre y cada vez más empobrecida provincia con el engañoso acto electoral felizmente suspendido? Señor Manzur, la gente se pregunta qué más buscan con estos enredos. Ha tenido altos cargos, altos honores y otros beneficios que da la política. ¿No es eso suficiente?