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En 1914, Vladimir Smirnov tuvo que vender su fábrica de vodka después de que el Imperio Ruso decidiera nacionalizar la industria de las bebidas espirituosas. Una década después, en Francia, refundó la marca creada por su padre. En el medio a través de la tortura, el encarcelamiento y la fuga. A lo largo de los años, su aventura se convirtió en la etiqueta de vodka más vendida del mundo con 26 millones de cajas vendidas en 2021.
Piotr Arsenevitch Smirnov Fundó su destilería de vodka en Moscú en 1864 a la edad de 33 años. Su empresa, PA Smirnov, se convirtió en pionera en la elaboración de esta bebida debido a su particular técnica. Su proceso consistió en destilar el vodka cinco veces (más que sus competidores) a través de columnas de carbón. Pronto tu receta «N21» se hizo popular, particularmente en el Palacio de Inviernola residencia oficial de los zares.
el camino de vladimir
Vladimir, el tercer hijo de Pyotr, se unió a la junta directiva de la empresa con solo 21 años en 1896. Asumió el cargo después de la muerte de su padre, sin embargo, unos años más tarde se encontró con la gran prohibición. Después de cerrar su fábrica, Vladimir se unió al Ejército Blanco, el brazo militar contrarrevolucionario que luchó contra los bolcheviques.
Las fuerzas rojas atraparon a Smirnov, lo torturaron y lo sentenciaron a muerte por fusilamiento. Los blancos lograron liberarlo y escapó a Polonia, donde reunió inversores y trató de reactivar el negocio familiar. Sin embargo, no tuvo éxito. Su suerte cambió en 1925, en Francia, cuando logró reactivar la producción de su vodka, esta vez bajo la marca Smirnoff.
el sueño americano
Las ventas en Europa fueron buenas, pero no estaban cerca del volumen que sabían tener en el mercado ruso. Smirnov estuvo tentado de venir a Estados Unidos y Rudolph Kunett jugó un papel clave en ese proyecto. Era un ruso que había emigrado a Nueva York y solía ser su proveedor oficial de granos. En 1933 Kunett adquirió la licencia para vender Smirnoff en el mercado estadounidense.. Un año después Smirnov moría y no llegaba a ver cristalizado su plan.
Estados Unidos era conocido como un gran mercado para el consumo de whisky. Luego, el vodka se promocionó como «whisky blanco». Kunett lo introdujo en ese país, pero fue John Martin quien le dio alcance nacional. Adquirió la licencia en 1939 a través de su empresa Heublein, que se dedicaba a la importación y exportación de licores.
Su gran herramienta para dar a conocer la marca fue la creación del Moscow Mule. Martin inventó este cóctel junto con el dueño de un bar en California en 1940. Es una mezcla de vodka y cerveza de jengibre que se sirve en una taza de cobre. La popularidad de esta bebida le permitió triplicar su volumen de ventas en la década siguiente.
El mejor vendedor del mundo
La tabacalera RJ Reynolds compró Heublein en 1982 por 1.400 millones de dólares. Cinco años después, vendió su división de bebidas a Grand Metropolitan, que se convirtió en el grupo Diageo tras fusionarse con Guinness en 1997. Este holding aún tiene a Smirnoff en su cartera.
Según The Spirits Business, Smirnoff es la marca de vodka más vendida del mundo con 26,5 millones de cajas (cada una equivalente a 9 litros de producto); seguido de Absolut, de Pernod Ricard, con 11,7 millones. En el ranking de bebidas espirituosas ocupa el cuarto lugar por detrás de McDowell’s (3), el hard seltzer White Claw (2) y Jinro.
Producción argentina y disputa familiar
desde 2017 el Smirnoff que se vende en Argentina se produce en Mendoza. Diageo se asoció con Grupo Peaflor y desembolsaron $100 millones para construir una planta embotelladora. Allí, primero, se enviaba el producto a granel que se fabricaba en Brasil. El año siguiente inyectaron otros $40 millones para empezar a fabricarlo íntegramente en el país.
Tras esta inversión, señalan, el volumen de producción se triplicó en cinco años. A su vez, comenzaron a exportar la marca a Chile.
Pero una parte de la familia Smirnov decidió retomar el negocio que Pyotr inició y relanzó la marca en el mercado ruso. El vodka Smirnov incluso superó las ventas de Smirnoff en ese paso Finalmente, después de varias batallas legales, Diageo adquirió la marca por US$50 millones en 2006.
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Fuente: cronista.com