Como reacción a las repercusiones del caso de racismo contra Vinicius Junior, LaLiga pedirá más facultades para emprender acciones contra clubes y aficionados acusados de discriminación.
En una nota publicada en su sitio web, la organización que organiza el campeonato de clubes en España dice estar «frustrada» por no poder imponer castigos más severos.
“Ante esta grave situación, en los próximos días LaLiga solicitará formalmente que se modifique la ley (…) contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte”, dice el texto publicado.
El organizador quiere tener la potestad de sancionar a los clubes con el cierre total o parcial de los estadios, la prohibición de aficionados implicados en casos de racismo y la imposición de sanciones económicas «sin perjuicio de la adopción de las medidas provisionales o cautelares que procedan dada la naturaleza y gravedad de los hechos».
Las medidas dependen actualmente de la Justicia local o de la Real Federación Española.
El domingo pasado (21), cuando el Real se enfrentó al Valencia, Vinicius Junior acusó a los fanáticos de llamarlo «mono»: los videos en las redes sociales muestran las esquinas de las gradas. El episodio generó discusión entre atletas de ambos equipos y el brasileño, más tarde en el partido, fue expulsado.
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, minimizó el hecho y dijo que no permitiría que el jugador brasileño empañara la imagen del torneo.
Poco después del caso, la organización enumeró una serie de incidentes contra jugadores negros, incluidos nueve contra Vinicius, que no fueron a juicio por falta de pruebas, y pidieron que se cambiara la ley para que así fuera.
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