Incendio en Bariloche: Negligencia causa pánico en la ciudad
Un día después del incendio forestal que generó pánico en el centro de la ciudad de Bariloche, la Justicia de Río Negro avanzó sobre la posible causa del fuego e imputó a una persona de “incendio culposo”. El acusado es un empleado de mantenimiento del Sanatorio San Carlos, junto al que se iniciaron las llamas que luego se propagaron por lo alrededores obligando a la intervención de decenas de bomberos y brigadistas.
De acuerdo a los cargos formulados este sábado por el Ministerio Público Fiscal (MPF) rionegrino, el viernes, entre las 13 y las 13.30, el imputado manipuló una amoladora sobre una estructura de hierro ubicada a escasos pocos metros de pastizales secos en la ladera del Cerro Runge que da hacia el estacionamiento de dicho centro asistencial.
Las chispas generadas incendiaron el pastizal y originaron un foco ígneo que se propagó rápidamente por la pendiente, impulsado por la dirección y velocidad del viento, lo que, para el fiscal de la causa, Facundo D´ Apice, “puso en riesgo edificaciones cercanas, pacientes del sanatorio y transeúntes que circulaban por la zona”.
Para el MPF, “el trabajador actuó con negligencia, al operar la herramienta en un lugar no habilitado ni seguro, desatendiendo el deber de cuidado y el marco normativo de prevención vigente en el contexto de la declarada emergencia ígnea provincial”.
El empleado imputado estaba detenido preventivamente desde ayer en una unidad policial y hoy recuperó la libertad. Su defensa planteó, a su vez, que no coincide con la hipótesis que planteó la fiscalía por considerar que los resultados de las pericias realizadas hasta ahora son preliminares y que hay que profundizar y ampliar los informes.
Llamas de 10 metros y un megaoperativo
Decenas de bomberos y brigadistas, autobombas y camiones cisterna, entre otros vehículos de emergencia de varios organismos de Bariloche, debieron intervenir este viernes para sofocar un incendio forestal de grandes proporciones muy cerca del Sanatorio San Carlos y que, empujado por el viento, avanzó a gran velocidad, consumiendo pinos y cipreses, hacia el barrio Belgrano, en el casco céntrico de la ciudad.
El fuego comenzó en la ladera norte del Cerro Runge, que linda con la parte trasera del sanatorio, ubicado en el kilómetro 1 de avenida Bustillo, en el acceso oeste al centro barilochense.
Luego de tres horas de arduo trabajo los bomberos y brigadistas lograron controlar los focos traseros y frontal del incendio. Esto permitió utilizar aviones hidrantes para “enfriar” con sus descargas los sectores de mayor actividad del fuego y permitir el avance de los bomberos y brigadistas por tierra.
El incendio llevó pánico a la clínica, que al principio de la emergencia se preparó para evacuar pacientes y personal médico y técnico, mientras por las ventanas veían las llamaradas de diez metros de altura devorando árboles y la densa vegetación.
El viento alejó las llamas del sanatorio, pero las acercó rápidamente a las casas y edificios del lugar. Ante esta situación, muchos vecinos decidieron auto evacuarse -algunos corrían con valijas- y tomar distancia entre el denso humo y la caída de cenizas, que hacía irrespirables las calles circundantes.
En tanto, otros habitantes del barrio hacían cadenas con baldes de agua para arrojarlo al fuego o directamente la tiraban desde los balcones, mientras otros usaban mangueras de jardín para colaborar.
Además de los bomberos voluntarios de todos los cuarteles de la ciudad, intervinieron dotaciones del Servicio Provincial de Lucha contra Incendios Forestales (Splif), personal de la Policía de Río Negro que cortó el tránsito en el lugar, Parques Nacionales y Protección Civil Municipal.
Las llamas y el humo podían verse desde kilómetros de distancia, lo que, sumado al sonido de las sirenas de los distintos móviles involucrados en el operativo, extendió la conmoción a toda la ciudad.
La Municipalidad y los equipos de emergencia debieron pedir a los vecinos que no se acerquen con autos al lugar, ya que el tránsito por Bustillo se tornó caótico hasta que resolvieron cortarlo. La congestión vehicular obstruyó la asistencia de autobombas, aún en avenida de los Pioneros, alternativa por la que desviaron el tránsito.
Alrededor de las 17 el incendio ya estaba “controlado”, por lo que dejó de avanzar y la tarea se abocó al enfriamiento de los puntos de más actividad y la protección de viviendas.
Gonzalo Irasoque, a cargo del operativo por el Splif, indicó que no hubo víctimas, con la excepción de un bombero que se descompensó por inhalar humo y quedó fuera de peligro tras ser asistido.
A su vez, en marzo de 2015 un incendio muy parecido comenzó un poco más lejos del sanatorio y trepó entre el bosque y las casas hasta meterse en el barrio Belgrano, quemando algunas viviendas.
En resumen, la negligencia de un empleado del Sanatorio San Carlos desencadenó un incendio forestal que puso en peligro a la ciudad de Bariloche, causando pánico entre los habitantes y movilizando un megaoperativo de emergencia para controlar las llamas. Es fundamental respetar las normas de seguridad en todo momento para prevenir tragedias de este tipo.
