rodolfo prieto Solo tenía 20 años cuando tuvo que hacerse cargo del negocio familiar después de la muerte de su padre en 1979. Era una pequeña fábrica llamada Alkema que tenía siete empleados y producía sombras de ojos en Villa Pueyrredón. Prieto, que era técnico en electrónica, tuvo que conocer el negocio y tiempo después renombró el proyecto con su nombre y el de sus hermanas, Nlida y Vanesa, y así nació Nerva.
En 1982, debido a la Guerra de Malvinas, se cerraron las importaciones y esto le trajo más de un quebradero de cabeza ya que el 85% de sus materias primas procedían del exterior. Pero No fue la única crisis que enfrenté porque luego vino el Plan Austral, el Plan Primavera, la hiperinflación y la convertibilidad. Con cada inconveniente, Prieto fue encontrando una solución. De este modo, la firma incorporó paulatinamente nuevos productos, máquinas y know-how.
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Cuando se reabrieron las importaciones en la década de 1990, el aspecto natural provocó una caída en las ventas de maquillaje. Así que la empresa se decantó por los tonos pastel y entró en el mercado de la depilación. el negocio familiar se convirtió en especialista en productos para la pielen particular polvos compactos cosméticos, y fue la única que fabricó fajas depilatorias en el país.
“Nos especializamos en productos que no son el core business de nuestros clientes, pero son una oportunidad”, explicó Prieto, en diálogo con El Cronista, en 2004. La pyme familiar tenía clientes de la talla de Revlon, Avon, Natura, L’Oreal y Farmacity. A su vez, exportaba a España y Estados Unidos, entre otros países. Pero en 2016 Nerva cambió de manos.
La empresa fue adquirida por otro actor del negocio, Compañía Americana de Lápices. Según el sitio especializado Pharmabiz, La operación se realizó por alrededor de US$3 millones. y en ese momento Nerva «estaba en dificultades financieras». Sin embargo, Prieto ya tenía otro proyecto entre manos.
El nacimiento de ACF
Poco tiempo después, el ejecutivo formó VMP, un laboratorio nacional de formulación y producción, con el objetivo esta vez de salir y vender con marca propia. Para esto creó dos marcas ACF (formulaciones cosméticas avanzadas) para su línea de mascarillas faciales, y NIC (nuevas ideas cosméticas) para sus productos para el cuidado del cabello.
El enfoque de la compañía estaría en desarrollar el negocio en línea para aprovechar el impulso que estaba teniendo el negocio del cuidado de la piel. Su estrategia se centró en el boca a boca y el trabajo con influencers para llegar a más consumidores. Sin embargo, uno de ellos generará un boom de ventas en tu cartera.
Alianza con Dadatina
Daniela López, mejor conocida como dadatinaSe volvió viral en 2019 a través de un hilo que recomendaba marcas nacionales asequibles para el cuidado de la piel. En tu perfil veo una de las mascarillas de ACF, la firma le ofreció un cupón de descuento para su comunidad y fue todo un éxito. Ambos decidieron asociarse para crear una línea de productos, ACF by Dadatina, que debutó en 2020.
En seis meses se vendieron 100.000 unidades de su suero y en una semana agotaron el primer lote de su humectante. A esto luego le agregaron un aceite limpiador, un gel limpiador y recientemente una barra anti-rozaduras que previene la irritación. “La dadatina es un caso particular. Tiene éxito porque es transparente y confiable, y creció desmesuradamente”, dijo Prieto a la revista Apertura.
Hoy la empresa trabaja con más de 600 influencers y exportan a Chile, Bolivia, Uruguay, Colombia y Brasil. A su vez, tienen una tienda online en España y sus productos están en ese mercado.
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Fuente: cronista.com