Por su trabajo para alimentar a los escolares durante la pandemia de covid-19, Marcus Rashford fue nombrado caballero por la reina Isabel el año pasado. El delantero de Inglaterra y Manchester United recibió la Medalla de Miembro de la Orden del Imperio Británico.
«Si viviera hoy, le pasaría lo mismo a Arthur Wharton. Se adelantó a su tiempo en muchas cosas. Cuidar a los menos afortunados y ayudarlos con dinero fue una de ellas», dice el ex lateral Viv Anderson, dos -veces campeón de Europa con el Nottingham Forest en 1979 y 1980.
Anderson es uno de los patrocinadores de la Fundación Arthur Wharton, creada para preservar y promover la memoria del primer jugador negro en la historia del fútbol profesional. Al menos eso se puede demostrar.
Pero eso sería resumir sus logros. También jugó al cricket y al rugby. Habría corrido, según la prensa británica de finales del siglo XIX, los 100 metros en menos de 11 segundos. No se reconoce la marca.
La fundación fue creada por iniciativa del empresario Shaun Campbell. Uno de los objetivos era encargar la creación de una estatua en honor al portero en un lugar por determinar. Ya existe hoy y está en St. George’s Park, el campo de entrenamiento de la selección de Inglaterra.
«Hace unos años, Usain Bolt fue un jugador de fútbol profesional de corta duración. Así que solo hay dos personas en la historia que fueron los hombres más rápidos del planeta y jugaron al fútbol: Usain y Arthur Wharton», recuerda Campbell.
Entre 2018 y 2019, Bolt jugó como delantero en Central Coast Mariners (AUS) y Stromsgodset IF (NOR). En total, disputó cuatro partidos. En el campo, la carrera de su antecesor fue mucho más relevante.
Arthur Wharton nació en Accra, Ghana, en 1865. A los 17 años se mudó a Darlington, Inglaterra. Como portero del equipo del mismo nombre, se ganó la reputación de excéntrico. Solía agacharse junto al poste mientras el balón no llegaba a su área. Fue reconocido como uno de los mejores del puesto en el país. En 1889, en Rotherham Town, comenzó a actuar como profesional.
Cuando eso sucedió, distribuyó parte de su salario para que las familias pobres de South Yorkshire, donde estaba ubicado el club, pudieran comer.
Wharton jugó en el Preston North End en 1887 y alcanzó las semifinales de la FA Cup, el torneo por equipos más antiguo del planeta y, en su momento, el más importante. Al año siguiente, decidió tomarse un descanso de su carrera futbolística y centrarse en el atletismo.
Perdió la oportunidad de formar parte del equipo de Preston, el primero en ganar la liga y la copa nacional en una misma temporada, la de 1889.
En cambio, habría conseguido otra hazaña. En Stamford Bridge, el estadio del Chelsea, habría corrido los 100 metros en menos de 11 segundos (algunas publicaciones decían que se atascó en 10 segundos). El registro no está reconocido por World Athletics. Para la entidad, el primer récord de la carrera es el estadounidense Donald Lippincott, quien marcó 10,60 en 1912.
El portero jugó en el Sheffield United en 1894 y solo jugó tres partidos. Pero uno de ellos, ante el Sunderland, fue en primera división, lo que le dio otra marca: el primer negro en jugar un partido de un torneo de élite en el fútbol mundial, con un palmarés probado.
Por iniciativa de Campbell y la fundación, se pintó un mural en su honor en Darlington. Cuando Inglaterra fue derrotada en los penaltis por Italia en la final de la Eurocopa del año pasado, la imagen fue destrozada con mensajes racistas que pronto fueron borrados por voluntarios.
La selección había perdido tras tres lanzamientos de falta fallados por jugadores negros: Rashford, Sancho y Saka.
“El trabajo de la fundación también es promover la cultura de la diversidad y luchar contra el racismo. La historia y la imagen de Arthur inspiran esto”, agrega Anderson, quien también es un nombre en la historia. Antes de él, ningún jugador negro había vestido la camiseta de Inglaterra.
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