El triunfo y el susto de Laureano Rosa en la Maratón San Silvestre Buenos Aires
Laureano Rosa se desplomó al cruzar la meta de la tradicional maratón San Silvestre Buenos Aires, luego de completar el recorrido de 8 kilómetros en 24 minutos. El calor extremo y la humedad hicieron de esta carrera la más dura en la vida del campeón argentino 10k en ruta.
El agotador esfuerzo bajo el sol porteño
Rosa describió la carrera como hermosa y destacó el apoyo de la gente en todo el recorrido, aunque admitió que el momento más complicado fue al enfrentar la subida de Casa Rosada, donde el sol incidía con fuerza. El calor y la humedad lo llevaron al límite de sus capacidades, provocándole mareos y malestar.
El desenlace emocionante y preocupante
Al cruzar la meta, Laureano cerró los ojos y cayó al piso visiblemente agotado. Rápidamente fue asistido por el personal médico de la competencia, quienes le brindaron ayuda para recuperarse. El esfuerzo y el calor hicieron mella en su salud, pero logró llevarse la victoria a pesar de las dificultades.
La advertencia por el calor extremo en Buenos Aires
La Ciudad de Buenos Aires se encuentra bajo alerta naranja por el calor extremo, con temperaturas que superan los 29 grados y una sensación térmica aún más elevada debido a la humedad. Esta situación representa un riesgo moderado a alto para la salud, especialmente para los grupos más vulnerables.
Un aniversario especial y un desafío futuro
La San Silvestre festejó su 15° aniversario con la presencia de Juanse y un recorrido por puntos emblemáticos de la Ciudad, que incluyó el Obelisco, la Catedral y la Casa Rosada. A pesar del desmayo al final de la carrera, Laureano Rosa prometió volver el próximo año para intentar batir el récord del circuito, demostrando su espíritu de superación y su pasión por el running.
En resumen, la Maratón San Silvestre Buenos Aires fue una prueba de resistencia y determinación para todos los participantes, destacando el esfuerzo de Laureano Rosa quien, a pesar de los desafíos del clima, logró alzarse con la victoria. El calor extremo y la humedad hicieron que esta edición fuera especialmente exigente, pero el espíritu deportivo y la solidaridad de los corredores y el público presente se mantuvieron firmes a lo largo de la competencia.







