Lo llaman «Brujo» y en los últimos años se ha convertido en uno de los actores centrales del inframundo del rosario. René Ungaro, un hombre con fuerte influencia en negocios ilícitos en un sector del sur de la ciudad, pudo haber terminado exponiendo sus costumbres sangrientas al asesinar a otro peso de la delincuencia local: Roberto «Pimpi» Caminos.
Caminos fue un exlíder de Newell’s Barra Brava que construyó un pequeño imperio y le dio al barrio donde dirigía un nombre – adoptado por sus vecinos – derivado de su apodo: «Pimpilândia».
Por este delito, ocurrido en marzo de 2010, Ungaro fue condenado a diecisiete años de prisión, aunque posteriormente obtuvo una importante reducción a once años al ser considerado coautor del homicidio de Caminos.
Aunque, desde la cárcel, continuó liderando una organización dedicada a múltiples delitos. Con el narcotráfico como principal fuente de ingresos, los investigadores también señalan que organizó ataques contra personas y viviendas, ordenó usurpaciones y amenazas y cometió varios homicidios.
«Pimpi» Caminos, exjefe del bar Newell, fue asesinado a tiros en marzo de 2010 en Rosario.
Desde ese lugar de poder, hizo una alianza con los Funes, un clan familiar contra los Roads. Esta sociedad, sin embargo, parece estar colapsando hoy.
Lo que todavía está en pie son los negocios que Ungaro maneja detrás de las paredes. Muchos hombres y mujeres denuncian a «Brujo», aunque en los últimos días ha perdido a dos de sus lugartenientes.
El crimen del «coyote»
Uno de ellos era Daniel Amelio Balaguer, de 48 años. Fue baleado este martes cerca del nuevo y lujoso museo del deporte que abrió hace dos años en el sur de Rosario. El cuerpo presentado tres impactos en la cabeza y cinco en el pecho. Lo ejecutaron ferozmente.
Una decisión judicial fue el preludio de su sangriento final. Balaguer, acusado de portar dos armas de fuego, fue puesto en libertad el viernes.
El fiscal que investiga un tiroteo en una casa pidió ser detenido otros 60 días. Tenía elementos para volver a imputarlo. El juez denegó la solicitud y permitió que el hombre regresara a casa. pago previo de 5,000 pesos.
Cuatro días después lo mataron. Para el fiscal Gastón Ávila, que investiga el crimen de Balaguer, la situación puede estar directamente relacionada con “la conflicto de pandillasY con los lazos y aliados que tenía la víctima.
Los antecedentes penales de Balaguer son abundantes. Además de estar involucrado en robos y amenazas, fue condenado en 2009 a diecinueve años y tres meses de prisión por un homicidio.
En noviembre del año pasado fue puesto en libertad. Unas semanas después, fue arrestado nuevamente por posesión de armas de fuego.
El imputado, permaneció en prisión hasta el viernes, cuando su defensa realizó el trámite para que aguardara el proceso judicial en libertad.
Balaguer fue identificado como integrante de la banda que comandaba Ungaro y que tenía como compañeras a Funes, hermana de «Brujo» e incluso a Brisal Amaral, la joven que se dio a conocer a partir de una foto que ilustra groseramente las acciones criminales de la pandilla Rosario: Se la ve arrodillada junto al cuerpo de Jonatan “Bam Bam” Funes, asesinado a la salida de una visita a sus hermanos en la prisión de Piñero.
«Bam Bam», la novia de Funes, frente a su cuerpo. Foto: JUAN JOSE GARCIA
Amaral es la niña por la que los pistoleros dejaron un mensaje inquietante tras la ejecución, que tuvo lugar en febrero de 2018: “Te dejamos con vida para que puedas contar lo que pasó”.
Muerte en prisión
Ella es una de las mujeres que se unió a la asociación ilícita que lidera Ungaro. Otra mujer, aunque con un rol más trascendente, fue Ramona “La Gringa” Ávalos. La mujer murió el viernes pasado en una prisión de mujeres.
Fue detenida y acusada de pertenecer a la banda «Brujo». Según las primeras pruebas, sufrió una descompensación. Se investiga si murió por causas naturales o si alguien pudo haber causado su muerte.
Como se encontraba bajo custodia policial, el tribunal determinó que la autopsia se realice de acuerdo con el protocolo de Minnesota, procedimiento normal cuando existe sospecha de participación de un agente estatal en ejecución ilegal.
Los primeros exámenes muestran que no hay evidencia de violencia externa en el cuerpo. Los familiares dijeron que Avalos había sufrido algunos problemas anteriores. La mujer se descompuso en la Unidad Penitenciaria número 5 y falleció en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde fue trasladada.
Ataque a Rosario y cárceles de los clanes Ungaro y Funes en 2018. Foto: JUAN JOSE GARCIA.
“La Gringa”, de 45 años, fue nombrada por ser uno de los integrantes de la organización que tenía armas, solucionaba ataques, extorsiones y robos. Era una de las personas que manejaba los planes de su jefe en la calle.
Además, estuvo involucrada en la venta de estupefacientes y sufrió el asesinato de uno de sus hijos, de apenas 14 años.
El apellido Ávalos, repetido en denuncias policiales desde 2008, regresó al lugar de los hechos en 2019, cuando en agosto de ese año dispararon a familiares de internos del Penal de Piñero que esperaban para ingresar al horario de visita. Dos personas sufrieron heridas leves.
Negocios tras las rejas
La investigación reveló que la banda de Ungaro, con «La Gringa» como pieza clave, organizó un negocio ilícito en la cárcel: números vendidos para permitir que quienes pagaron tengan algún beneficio con el orden de entrada de visitas u determinados objetos. Las cifras se vendieron entre 300 y 800 pesos y el grupo recaudó unos 40 mil pesos por fin de semana.
La investigación encontró que el 11 de agosto, el grupo sufrió el robo de números por parte de personas que esperaban ingresar a la prisión. En represalia, un tiempo después, la gente de Ungaro regresó y disparó a los que esperaban para entrar.
La historia de los tenientes «Brujo» que perdieron la vida en los últimos días tiene otra curiosidad: Ávalos y Balaguer no solo dividieron al grupo. En el pasado, las dos víctimas eran pareja.
EMJ