Cada vez son más las bodegas que apuestan por vinos más sostenibles, tanto en todos sus productos como en líneas específicas, en línea con la tendencia mundial de elegir productos más saludables y en armonía con el medio ambiente.
La producción de vinos orgánicos ha registrado un importante crecimiento en los últimos años en Argentina y con ello el consumo de vinos elaborados de esta forma, en línea con la tendencia mundial de elegir productos más saludables y en armonía con el medio ambiente.
“En los últimos años ha habido un crecimiento importante en el número de productores ecológicos y en el interés de las bodegas por realizar una labor más sostenible y tener entre sus vinos, aunque sea, un vino con certificación ecológica”, afirma Francisco Barreiro, co-fundador de VIOS | Vinos más Sostenibles.
Cada vez son más las bodegas que apuestan por vinos más sostenibles, tanto en todos sus productos como en líneas concretas y, según las últimas estadísticas, el consumo interno de vinos ecológicos ha registrado un crecimiento muy importante en los últimos años. Según el informe «Situación de la Producción Orgánica en Argentina durante 2021» del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el año pasado la superficie cosechada orgánica en general aumentó un 14% y alcanzó las 96.476 hectáreas en total, «sosteniendo el crecimiento tendencial de los últimos 10 años».
La región que más incrementó su superficie cosechada fue Cuyo (61%), mientras que las provincias que más aumentaron fueron Salta, Jujuy y Mendoza, agregó el trabajo del organismo.
Del mismo modo, añade el Senasa, “la venta de productos orgánicos viene aumentando con fuerza en los últimos años a nivel mundial, en línea con el surgimiento de consumos asociados al bienestar y la vida saludable, que la pandemia ha acelerado”.
“El planeta exige modelos de producción y consumo más respetuosos con el medio ambiente”, aseguró el especialista en Ciencias Ambientales Juan Pino, cocreador de VIOS | Vinos más Sostenibles.
En este sentido, el gerente de Enología de Grupo Avinea, Juan Pablo Murgia, dijo a Télam que “trabajar orgánicamente es parte de nuestra filosofía, que va más allá; La idea inicial era tener un manejo natural, respetando el sistema agroecológico de cada uno de los lugares, la microflora, la microfauna, conservando el suelo, evitando el uso de químicos sintéticos, herbicidas, pesticidas».
Para Murgia, “ser orgánico es parte del programa de sostenibilidad, que engloba los aspectos sociales, económicos, energéticos, de recursos y de conservación de los lugares donde producimos la uva, los viñedos; una filosofía de manejo natural en equilibrio con el sistema agroecológico”.
“Además, un viñedo manejado naturalmente también tiene una vida más larga, asegurando su longevidad; obviamente tenemos que esperar mucho tiempo para verlo, vivimos en un mundo de plazos muy cortos, pero este es un compromiso a largo plazo y los viñedos así gestionados están pensados para el largo plazo”, añadió.
En línea con esto, el agrónomo Franco Bastías, de Domaine Bousquet, planteó la necesidad de “avanzar hacia proyectos más sustentables, dejar de mirar el corto plazo y empezar a pensar en el mediano y largo plazo; sin perder de vista el punto de vista económico, no sólo ambiental, sino también económico y social”.
“Afrontar un cambio de paradigma, pasar de una producción de recetas a una producción consciente donde los esfuerzos están en la búsqueda de prácticas que nos permitan ser sustentables para tener una producción a 100 años y no dañar el suelo de tal manera que luego no podamos producir cualquier cosa”, dijo. Además, Bastías pidió “dejar de pensar que hay agricultura buena y mala, sino que hay un cambio cultural donde las cosas se vuelven más complejas”. En Argentina hay 250 productores de vino orgánico; con Mendoza como la provincia con mayor superficie de viñedos orgánicos certificados (7.300 hectáreas) y con Malbec como la variedad más plantada.
De las 79 bodegas que elaboran vinos orgánicos, 69 exportan; en 2020 vendieron en el exterior más de 10 millones de litros de vinos ecológicos certificados, un 24% (casi tres millones de litros) más que en 2019.
La Unión Europea (UE) sigue siendo el principal destino con un 64%, seguida de Reino Unido (14%), Suiza (3%) y Japón (2%); En la UE, Dinamarca y Suecia importan más de 4,5 millones de litros.
Por su parte, el consumo nacional total de vinos ecológicos fue de 167.125 litros en 2020, con un crecimiento superior al 5.000% respecto a 2018 (2.970 litros).
A pesar de que todavía es bajo (menos del 2%), ha crecido en los últimos años en línea con la tendencia mundial de elegir productos cada vez más saludables y en armonía con el medio ambiente.
Con el objetivo de obtener más producción, mayor número de productores y empleos, a principios del año pasado el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca lanzó el “Plan Estratégico del Sector Productivo Orgánico Argentino 2030”.
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Fuente: expresdiario.com.ar