Gritos, insultos y encierros, eso fue lo que soportó Diana durante sus siete años de relación. En Cuba la violencia de género está presente como en tantos otros países. Sin embargo, este problema social es alimentado por las dificultades económicas de la isla.
Diana dice que tuvo que soportar el maltrato de su expareja porque con su sueldo de funcionaria pública no podía costear una casa sola.
“La violencia no es solo recibir puñetazos, a veces la violencia es no hablarte, ignorarte, limitarte”, dice Diana, de 37 años.
Limitaciones económicas y políticas públicas. Feministas cubanas denuncian que las iniciativas del Gobierno para la prevención y lucha contra la violencia de género no son suficientes. Y aseguran que, para la víctima, acudir a la policía puede resultar incluso contraproducente para ella.
“La falta de confianza que tienen las mujeres en Cuba a la hora de denunciar está relacionada con el accionar de los propios policías. A la hora de denunciar, las mujeres no encuentran la protección que la ley exige en estos casos. Muchas son victimizadas en la campo policial», dice la activista y empresaria Deyni Terry.
A veces, los agentes uniformados se niegan a denunciar la violencia o llaman al agresor para confrontar o testificar contra la mujer, dice.
No feminicidio sino «homicidio agravado»
Reportar y luego regresar a casa con el agresor. Esto y otras cosas que los activistas quieren erradicar. Piden creación de la primera Ley de Género, que reconozca el feminicidio y deje de documentarlo como homicidio agravado. Sin embargo, el Parlamento cubano considera que con los nuevos Código Penal y Código de Familia se garantiza la protección de la mujer.
En el nuevo Código de Familia, las personas con antecedentes violentos tendrán limitada la comunicación con sus hijos, no podrán ser tutores ni adoptar, y podrán perder sus bienes en caso de divorcio o viudez, entre otras sanciones.
Por su parte, el Código Penal establece que todo delito que tenga como agravante la violencia de género recibirá penas agravadas.
Según los últimos datos recogidos por el gobierno cubano en 2016, el 27 % de las cubanas fueron víctimas de algún tipo de maltrato por parte de sus parejas, pero solo el 4 % buscó ayuda. Se estima que alrededor de 50 mujeres son asesinadas cada año en Cuba por sus parejas.