Research Datafolha informa: el 65% de los brasileños piensa que no es seguro hablar con extraños en las redes sociales; otro 30% lo califica como un poco seguro. El miedo es mayor que compartir contenido personal como fotos y videos, actividades consideradas inseguras por un 43% y poco seguras por otro 42%.
El resultado parece revelar cierta incomprensión del usuario sobre el mundo digital. Interactuar con extraños en Internet no es necesariamente arriesgado. El problema es exponer información personal que puede ayudar a los estafadores, como recuerda Fabio Assolini, director de investigación en América Latina de Kaspersky, una empresa de seguridad digital.
Al publicar en una red social, el usuario necesariamente expone algunos datos. Puede ser la ubicación de la foto o las personas que aparecen en ella. Parte de esto se debe a que los archivos generados digitalmente, como fotos y videos, contienen información subyacente que no siempre es percibida por quienes no están familiarizados con la tecnología. Son los metadatos, que permiten, por ejemplo, determinar el lugar donde se tomó la foto, aunque el autor no lo divulgue.
Si desea mantener la confidencialidad y no sabe cómo eliminar los metadatos (lo que requiere cierta experiencia técnica), es mejor limitar el intercambio, recomienda el experto.
La inseguridad en la interacción digital con extraños supera incluso la de las actividades que involucran datos financieros. Comprar por internet fue considerado inseguro por un 35%, en empate técnico con las transacciones de banca digital, con un 34%. Por otro lado, fueron los bancos los que obtuvieron mayor porcentaje de confianza, aunque el índice es modesto: el 28% de los internautas calificó los servicios como muy seguros.
Quizás estos números tengan en cuenta que, en casos de fraude, los usuarios de estos servicios están protegidos por el Código de Defensa del Consumidor y se puede responsabilizar a quien presta el servicio.
Sin embargo, en los últimos años, el sistema de pago Pix ha alimentado una serie de nuevos fraudes financieros, para los cuales el público, los bancos y las autoridades aún no están completamente preparados para enfrentar.
En 2021, el Banco Central implementó una serie de cambios a las reglas Pix para aumentar la seguridad del sistema luego de un aumento significativo de estafas, secuestros y otros delitos. Entre ellos se encuentra el bloqueo de operaciones consideradas fraudulentas.
También en este aspecto, muchos usuarios tienen una concepción poco realista de la inseguridad, advierte Assolini. “Los brasileños temen que alguien pueda piratear su WhatsApp, lo que sería traumático, pero no les preocupa algo que podría causar un daño aún mayor, la tendencia a repetir la misma contraseña en muchos lugares comprometidos”. Y la web no es exactamente buena para olvidar cosas, una vez que los datos están expuestos, es difícil reparar el daño.
En todas las categorías de la encuesta, las mujeres aparecen como más sospechosas que los hombres. El nivel de confianza crece a medida que aumentan los ingresos y la educación de los encuestados. Con la edad sucede lo contrario: cuanto más mayores, menos confianza tienen en el mundo online.
En el tema de la privacidad, entre las categorías analizadas, la que más inquieta a los entrevistados es la posibilidad de que empresas y redes sociales accedan a sus conversaciones o mensajes, preocupación expresada por el 77% de los internautas.
Detrás de los índices aparecen dos cuestiones relacionadas: el 68% está preocupado por cómo las empresas conservan sus datos personales y el 64% teme que sus preferencias y hábitos se utilicen para vender publicidad dirigida. En la práctica, ambos forman parte de un mismo proceso y dependen de un mismo factor, el sistema de protección de la información recopilada.
«Tal vez hay una percepción de que escuchar [conversas pessoais] ser más grave porque nos recuerda al espionaje, pero todo es parte del mismo flujo de datos que la empresa tendrá sobre el usuario”, evalúa Bárbara Simão, coordinadora del área de privacidad y vigilancia de InternetLab, un centro de investigación en las áreas de la ley y la tecnología.» Todo conduce a la guardia. Si la empresa es capaz de escuchar, también es capaz de ahorrar. La preocupación tiene que ser cómo protege esos datos».
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Fuente: uol.com.br