Como adelantaron ayer desde este medio, no habrá reforma de pensiones ni cambios en la legislación laboral.
Después de un día de deliberaciones, los altos funcionarios del gobierno permanecieron en las oficinas oficiales durante la noche. En la noche del jueves, el Ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió con el presidente Alberto Fernández en la Casa Rosada y le brindó detalles sobre los avances logrados hasta el momento a nivel técnico. Con esta información, el gobierno decidió que el pago de los aproximadamente US$ 730 millones adeudados hoy se haría en función de la inminencia o no de un entendimiento.
En vista de una consulta por el alcance, fuentes cercanas al frente negociador argentino indicaron que se llegó a un acuerdo, aunque aún quedaban muchos detalles por esbozar. Guzmán, a su vez, publicó una foto en Instagram con Sergio Chodos (representante del directorio de la agencia) en su oficina, acompañada de la frase “seguimos trabajando”.
Al mismo tiempo, fuentes oficiales revelaron que se había avanzado en los numerosos intercambios que se realizaron ayer entre Buenos Aires y Washington. Esta mañana el FMI haría un anuncio sobre el acuerdo.
Detalles
La cifra clave hasta ayer era 2026. Es el año en el que el Gobierno se ha querido comprometer a conseguir el déficit cero. Los últimos detalles de lo propuesto por Casa Rosada fueron: déficit de 2,5% del PIB para 2022 y, de ahí, una secuencia de 2% para 2023, 1% para 2024, 0,5% para 2025 y solo déficit cero en 2026.
El dato más importante no fue la divergencia en relación al año y período en que el FMI pide al país llegar al déficit cero. La más relevante fue la magnitud del ajuste gradual solicitado por el Fondo. El conjunto Luis Cubeddu-Julie Kozack parecía diferir significativamente de la propuesta de Guzmán.
Por ejemplo, exigió un recorte más importante para este año, para llegar a los 2 puntos de déficit: es decir, pidió un recorte adicional de 0,5 puntos porcentuales, lo que exigiría mayores sacrificios. Para 2023, el FMI ha pedido que el déficit sea equivalente al 1,4% del PIB. A partir de 2024, requería un recorte de 0,9 puntos.
como se dijo, El gobierno argentino quería un recorte de 0,5 puntos porcentuales entre 2022 y 2023 que afectara lo menos posible la disponibilidad de recursos para lo que resta del mandato.; En cambio, ofreció un déficit de 1 punto porcentual en la producción en 2024 y luego siguió la misma secuencia que antes de un recorte anual de medio punto porcentual.
Está claro que Alberto Fernández quiere limpiar el resto de su mandato de los requisitos fiscales del FMI. En todo caso, esto implicaría un recorte gradual, más suave que el abrupto del FMI. Por otra parte, se “aprovecharía” el ímpetu del resultado electoral para que, en 2024, el Gobierno electo pueda sacar adelante los recortes en su primer año.
Sin embargo, el pago adeudado hoy de US$731 millones debe ser confirmado por el gobierno en la mañana. Según lo ocurrido, este desembolso solo se realizaría si, en el mejor de los casos, el Gobierno lograba acercar lo más posible al FMI a la propuesta de Guzmán o, en todo caso, si el Gobierno lograba avanzar lo suficiente como para abrir una nueva etapa de la negociación con algunas garantías de crédito.
En otras palabras, la confirmación del pago dependía de una percepción sutil: si todo el Gobierno consideraba que la negociación había dado algún resultado, con el compromiso de continuar el diálogo y respetar lo acordado hasta entonces. Por supuesto, no solo la Casa Rosada y el Palácio de Fazenda debían corroborar esta valoración de progreso real, a menudo subjetiva, basada en una aversión a la ruptura empresarial.
Se sabe que el presidente se ha mostrado partidario en las últimas horas de blindar la negociación y despejar el escenario de cualquier declaración pesimista, a diferencia del vicepresidente que, desde Honduras, atacó duramente a los organismos multilaterales.
Al menos dos fuentes gubernamentales que participaron en las conversaciones con el FMI señalaron, al inicio de la sesión de ayer, que se habían logrado «avances», lo que se refirió a la posibilidad de que Argentina mantenga su autonomía para definir su política fiscal en los próximos dos años. . Entonces sería un acuerdo de Ampliación de Facilidades sin un compromiso de reformas estructurales a corto plazo.
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Fuente: ambito.com