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Desafíos energéticos en Argentina: buscando soluciones para reducir costos de importación de gas

La situación energética en Argentina sigue siendo motivo de preocupación, especialmente durante este invierno con temperaturas extremadamente bajas. La falta de abastecimiento de gas para las industrias del norte del país ha llevado a la necesidad de importar gas desde Bolivia, a pesar de que este se está cobrando a un precio mucho más caro que el gas licuado importado de los Estados Unidos.

El proyecto del gasoducto Néstor Kirchner, que ha sido objeto de disputas y demoras entre las diferentes administraciones, sigue sin concretarse. Mientras que el gas boliviano se ha encarecido, la producción de gas en Bolivia ha disminuido, lo que afecta tanto a Brasil como a Argentina. Esta situación debería motivar a los funcionarios a acelerar la finalización de los gasoductos para satisfacer la demanda energética.

La procastinación en la ejecución de proyectos energéticos es una constante en Argentina, donde llevamos 36 años sin inaugurar un gasoducto trabajando al 100% de su capacidad. A pesar de contar con reservas de gas y petróleo, la falta de infraestructura adecuada ha llevado a la dependencia de importaciones costosas.

El Gasoducto del Nordeste es un claro ejemplo de abandono y postergación de un proyecto vital para el desarrollo nacional. A lo largo de los años, se han realizado avances en la construcción de diferentes etapas, pero la obra ha sido interrumpida en varias ocasiones por motivos políticos y económicos.

La reciente escalada de precios energéticos a nivel global, debido a la invasión de Rusia a Ucrania, ha generado una mayor urgencia en la necesidad de avanzar con la construcción de infraestructura energética en Argentina. El gasoducto Néstor Kirchner, que unirá Neuquén con Salliqueló, se presenta como una solución para reducir la dependencia de importaciones y abastecer a la población de manera más eficiente y económica.

Es fundamental que las autoridades competentes aceleren los procesos de licitación y construcción de los gasoductos para garantizar un suministro energético estable y a precios accesibles para todos los argentinos. La procastinación y las disputas políticas no pueden seguir siendo un obstáculo para el desarrollo de la infraestructura energética del país.

Esta Nota Resumida:
Funcionarios actuales de energía se defienden de acusaciones de gestión anterior. Argentina enfrenta falta de gas en invierno, importando de Bolivia a precios altos. Gasoducto Néstor Kirchner no avanza. Bolivia sube precio del gas. Argentina lleva 36 años sin inaugurar un gasoducto. Retrasos en obras por corrupción. Urgencia por construir gasoductos. Bolivia sube precios de gas. Importaciones costosas. Procrastinación en Argentina.Último gasoducto troncal cumplirá 36 años.

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