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«Descubre la fascinante trayectoria de la primera boutique de Éclairs en CABA y conoce a la talentosa pastelera argentina detrás de estas deliciosas obras maestras»

Choux: la primera Éclair boutique de Buenos Aires

En el barrio del Marais, uno de los más antiguos y vibrantes de París, Florencia Mollo se encontró con una vidriera que la dejó boquiabierta. Decenas de éclairs con sabores sorprendentes, dispuestos en filas prolijas, parecían pedirle que los admire. Esta experiencia fue el punto de partida para la creación de Choux, la primera Éclair boutique de Buenos Aires, que abrió sus puertas en Palermo en 2020.

El nombre del local hace referencia a la masa bomba, conocida como pâte à choux en francés, que se utiliza para elaborar los éclairs. Estas minitortas son un clásico de la pastelería francesa y se caracterizan por su forma alargada y su glaseado brilloso que recuerda a los relámpagos. Según la leyenda, se llaman éclairs porque se comen rápidamente.

Florencia Mollo, una diseñadora gráfica reconvertida en pastelera, se enamoró de la cocina y decidió dedicarse a la pastelería. Después de estudiar gastronomía y perfeccionarse en cursos internacionales, trabajó en el reconocido Hotel Alvear como jefa de pastelería. Sin embargo, siempre tuvo en mente la idea de tener su propio local.

Con la pandemia, el sueño de abrir Choux se vio afectado, pero Florencia y su compañero Darío Pastor supieron adaptarse. Comenzaron un proyecto paralelo de delivery de cookies rellenas, que tuvo mucho éxito y les permitió mantenerse económicamente hasta que se habilitó el take away. Finalmente, en noviembre de 2020, lograron abrir el local.

Detrás de cada éclair hay meses de prueba y error, pero también risas cómplices. La masa bomba debe ser tratada con precisión, ya que pequeñas variaciones pueden cambiar completamente su resultado. Además, la creación de los sabores y combinaciones es un proceso creativo y divertido para Florencia. En la carta de Choux se pueden encontrar sabores como pistacho y frambuesa, chocolate belga semiamargo, y ediciones especiales que van cambiando cada mes.

Uno de los principales desafíos que enfrentaron fue la producción artesanal de los éclairs. Cada pieza se trabaja a mano y la producción es del día, lo que limitaba la franja horaria de apertura. Sin embargo, con el crecimiento del negocio, pudieron ampliar el equipo y la producción. Además de los éclairs, Choux ofrece macarons, minitortas y otras delicias.

La creatividad es clave en Choux, y Florencia se inspira en redes como Pinterest para diseñar visualmente sus creaciones. El local también cuenta con una pequeña vidriera de cookies, scones, budines y alfajores, que fue una concesión a pedido del público.

A pesar del éxito, Florencia y Darío se niegan a abrir franquicias, ya que quieren mantener la calidad del producto. El local se encuentra en una cortada poco concurrida de Palermo, pero gracias a su presencia en las redes sociales, han logrado atraer a clientes de diferentes lugares.

Choux es un ejemplo de emprendimiento y pasión por la pastelería. Florencia Mollo y Darío Pastor han logrado convertir un sueño en realidad y ofrecer a los amantes de la buena comida una experiencia única en Buenos Aires.

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