Despidieron a una enfermera de 67 años que usó tres dosis de la vacuna contra coronavirus de Pfizer para vacunar a su hija y sobrinos.
Sucedió en Australia. Durante la pandemia, Kirsten Peterson trabajó ayudando a personas mayores y discapacitadas que vivían en hogares de ancianos en Sydney.
Al descubrir lo que había hecho, sus jefes decidieron despedirla por usar las vacunas con sus seres queridos en lugar de tirarlas. Las tres personas estaban esperando ser vacunadas, pero no habían podido obtener una reserva.
«Tirar las dosis de la vacuna a la basura habría sido desgarrador», dijo el profesional que trabajó como enfermero durante 43 años.
“Nunca abrí una vacuna, y nunca lo haría para esas personas en particular que son miembros de mi familia. En este caso se iba a descartar el excedente”Le dijo a Current Affair y juega Metro.
Sin embargo, desde Healthcare Australia, el empleador de la mujer, optaron por despedirla por «no cumplir con los protocolos vigentes del departamento de salud».
Además, destacaron que sus trabajadores deben seguir el procedimiento, que consiste en descartar las dosis sobrantes si no pueden ser redistribuidas en los hospitales locales y otros centros de tratamiento. Pfizer.
Sin embargo, la directora de salud de Nueva Gales del Sur, Kerry Chant, reconoció a los periodistas que «no quiere que una onza o una dosis de Pfizer se desperdicie en este momento». Aunque evitó referirse al caso Peterson, argumentando que no conocía los detalles.
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Fuente: losandes.com.ar