El Ejército informó este viernes por la tarde (10) que se emitieron nuevamente autorizaciones para el blindaje de automóviles, luego de que su departamento legal considerara que la conducción de este tipo de vehículos no se vio perjudicada por la revocación de un decreto que facilitaba el acceso a las armas de fuego.
“El Ejército Brasileño realizó una consulta legal para permitir un mejor cumplimiento de la ley y, una vez recibido el apoyo legal, el servicio volvió a la normalidad, a partir del 7 de febrero de 2023”, dijo, en una nota.
Abrablin (Associação Brasileira de Blindagem) confirmó que empresarios del segmento en varias regiones del país informaron la normalización del servicio.
Las empresas de blindaje de vehículos de todo el país trabajan bajo incertidumbre desde que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) decidió revocar el decreto de su antecesor, Jair Bolsonaro (PL), que facilitaba el acceso a las armas de fuego, en enero.
La medida del gobierno del PT está dirigida a los CAC (cazadores, tiradores y recolectores), la categoría más beneficiada por normas dictadas en el gobierno pasado que facilitaban el armamento de la población. Las nuevas reglas fueron publicadas en el Diario Oficial el 2 de enero.
Pero una sucesión de errores también comprometió la conducción de vehículos blindados, según el presidente de la Abrablin, Marcelo Silva.
La primera fue que la actividad fue innecesariamente «puesta bajo el arma» por el decreto de Bolsonaro, ya que la actividad no estaba sujeta a la misma certificación y, por lo tanto, no dependía de una nueva publicación.
Además, argumentó, el daño al segmento de vehículos blindados podría haberse evitado si la revocación de Lula hubiera sido más específica, dirigida solo a las secciones del decreto que trataban sobre armas y municiones.
La DFPC (Dirección de Inspección de Productos Controlados), encargada de inspeccionar los productos cuyo origen y destino requieren ser vigilados por el Ejército, había suspendido preventivamente la emisión de autorizaciones y declaraciones de blindaje mientras analiza los efectos de la medida.
En enero, el Comando Militar del Sudeste procedió con autorizaciones en São Paulo, que representan el 80% de la demanda nacional del servicio. El lunes pasado (6), sin embargo, el comando de São Paulo siguió la recomendación de la DFPC e interrumpió temporalmente los registros solicitados en el estado.
“En otros lugares, todo está parado desde fines del año pasado. Estoy hablando con empresas de Salvador, Río de Janeiro, Curitiba, Porto Alegre… Están desesperadas. Es una actividad con un costo de operación muy alto y es no es posible quedarse más de 30 días», se quejó.
En 2022, el sector de blindaje de vehículos batió récord al producir casi 26.000 unidades en todo el país.
El número de carros blindados el año pasado representa un incremento del 29% respecto a los 20.000 producidos en 2021 y un incremento del 87% respecto a los 13.800 de 2020, año en el que el sector vio afectada su demanda por la pandemia.
Cada vehículo blindado le cuesta al propietario alrededor de BRL 80.000, en promedio, según Abrablin.
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