Ante el escenario, el Gobierno realiza un nuevo “poroteo” de votos en el directorio de la organización; y los cálculos señalan que casi el 60% de los estados ya estaría en afirmativa, ya que Argentina propone algo que está dentro del estatuto del organismo. Sin embargo, frente al realismo político, todos estos apoyos no son suficientes. El gobierno de EE. UU. Siempre tendrá que votar a favor también.
El nivel del 60% se alcanza contando los cuatro estados que visitó Guzmán, sumando también otros estados clave que, se descarta, también respaldarían a Argentina. Sumado al apoyo de Rusia, China y los países árabes (principalmente los del Golfo Pérsico, con fuerte presencia en el consejo del FMI), además, por supuesto, de toda América Latina y África. También se espera que en las próximas semanas se alcancen más consensos con países clave como Canadá y el resto de la Unión Europea, llevando el porcentaje a cerca del 70%. Así, sería necesario obtener solo un 10% más para el nivel esencial para poder aprobar una propuesta transgresora de lo que determinan y dictan los estatutos del FMI. Solo con un mínimo del 85% de garantías se podría permitir a los técnicos de línea del Fondo solicitar un plan de pago para el país fuera de los únicos mecanismos autorizados por los estatutos del organismo: Stand-by y Facilidades Ampliadas, ambos en todas sus variables Posibles. Dado que lo que está proponiendo el país es una enmienda al reglamento, solo un voto de más del 85% podría avalar la solicitud, y solo con el voto de Estados Unidos se podría lograr. Este país posee el 16,74% de las acciones del FMI, por lo que para llegar a la mayoría del 85% es fundamental contar con el aval del gobierno de Joe Biden. Sí o sí. Siguiendo la máxima del “albertismo”, “con Biden no es suficiente, pero sin Biden no es suficiente”. Por las cifras que se hacen en el Palacio de Hacienda, si una llamada de Alberto Fernández consiguiera este apoyo, el país ya superaría el 85% necesario y alcanzaría casi el 90% de los votos. Solo queda en duda lo que Japón (6% de los votos), los países nórdicos (3,43%) y otros estados europeos, en general y tradicionalmente, se mostrarían reacios a apoyar al país (tampoco lo hicieron en la época de Mauricio Macri).
En el tema de las votaciones en el consejo, la situación está bien marcada. Cada estado soberano tiene un porcentaje de votos en función de su PIB; reservas y contribuciones directas al funcionamiento de la agencia con sede en Washington. Cualquier acuerdo normal (Stand by o Instalaciones extendidas) se aprueba con un porcentaje mínimo del 70%; pero se requiere una mayoría del 85% para planes especiales o enmiendas a la Carta Orgánica. Recientemente, esta mayoría fue necesaria en casos como la crisis griega de 2010 y la crisis portuguesa de 2011.
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Fuente: www.ambito.com
Esta nota fué publicada originalmente el día: 2021-05-12 03:01:00