Un brasileño fue identificado por la policía como responsable del asesinato de tres mujeres en el estado de Florida, Estados Unidos, hace unos 20 años. Las autoridades locales clasificaron al sospechoso, que murió en un accidente aéreo, como un asesino en serie.
Roberto Wagner Fernandes, quien vivió en Miami en la década de 1990 y principios de la de 2000, puede ser responsable de otros asesinatos, dijo la Oficina del Sheriff del condado de Broward en el sureste de Florida.
«Creo que hay otros casos por ahí y esto es parte de nuestra investigación en curso», dijo el detective Zachary Scott. Fernandes también habría cometido delitos violentos contra prostitutas en Brasil.
La policía dijo que el hombre fue acusado del asesinato de su esposa en 1996, pero fue absuelto después de alegar defensa propia. El brasileño luego se mudó a Miami, donde trabajó como asistente de vuelo y conductor de autobús turístico.
Según la policía, los tres estadounidenses muertos estaban involucrados en drogas y prostitución.
La primera víctima fue Kimberly Dietz-Livesey; su cuerpo fue encontrado en una maleta en junio de 2000. Dos meses después, el cuerpo de otra mujer, Sia Demas, fue encontrado dentro de una mochila al costado de una carretera.
Una tercera víctima, Jessica Good, fue apuñalada hasta la muerte. Su cuerpo fue encontrado flotando en la Bahía de Biscayne en agosto de 2001.
Según el Miami Herald, dos días después del asesinato de Good, el hombre había huido a Brasil, que no tenía tratado de extradición con Estados Unidos.
En 2011, los investigadores pudieron comparar el ADN y las huellas dactilares del asesinato de Good con las muertes de Dietz-Livesey y Demas en el condado de Broward, y se reanudó la búsqueda de Fernandes.
Según los informes, el brasileño murió en un accidente aéreo en 2005, mientras volaba a Paraguay. Según el Miami Herald, la huida al país vecino se produjo luego de que la familia de su esposa contratara a un asesino para que lo matara.
Tras enterarse de la muerte de Fernandes, las autoridades fueron a buscar su tumba. «Tuvimos que confirmar si la muerte fue real o no», explicó el sargento Nikoli Trifonov. «La gente puede fingir su muerte, especialmente después de cometer un asesinato».
Los restos de Fernandes fueron exhumados hace varios meses, y las autoridades estadounidenses compararon su ADN con los tres asesinatos en Florida; a partir del examen, la policía concluyó que él era realmente responsable de los crímenes.
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