Esta canción ya está escrita: «Llega el VAR a la Argentina». Eso empieza después de la Copa América. Que se patea para el primer torneo de 2022. Que llega en la cuarta fecha. ¿Quién lo paga? Mejor empezar despues de la fecha de clasicos para evitar problemas…
Y así pasaron casi tres años. Ese tiempo se consumió desde que Claudio Tapia, entonces flamante presidente de la AFA, anunció por primera vez la implementación del VAR. Antes del inicio de la Copa de la Liga la idea era que el sistema tecnológico de apoyo a los árbitros empezara a funcionar a partir del 4 de marzo. Pero la situación se volvió a patear y ahora la idea es que por fin «el VAR llegue al fútbol argentino» luego de la séptima fecha, cuando se jugarán todos los clásicos al mismo tiempo.
Si no hay problemas, a partir de la fecha que se jugará alrededor del domingo 20 de abril, el fútbol argentino se actualizará a la modernización que rige desde hace tiempo en los grandes mundiales y en gran parte del continente. Será operado desde el edificio «inteligente» que se está terminando en un predio de la entidad en Ezeiza y que costó 8 millones de dólares.
Como todo lo que sucede en nuestro país, y el fútbol no es la excepción, hubo una larga historia de discusiones políticas y económicas para llegar a esta definición. Un backstage lleno de burocracia, desconfianza y disputa de intereses. Y hay un tema que se está acabando de definir: quien se hará cargo de un servicio que tiene un costo de 350 millones de pesos al año. Sin imputar en gastos, por supuesto, el aumento de recursos humanos, más árbitros, más sueldos. En total, el VAR requeriría una inversión de 500 millones de pesos solo en 2022.
Federico Beligoy, director de Formación Arbitral, mencionó la semana pasada la cuarta fecha para el debut del VAR. Sin embargo, los dirigentes no creen que lleguen a tiempo. Y todo indica que será al día siguiente. No es casualidad que el hombre que conduce los destinos del arbitraje haya salido a hablar. En última instancia, responde a Tapia.
Árbitro Andrés Rojas en partido de Copa Libertadores, en el estadio de River Foto: EFE/Juan Ignacio Roncoroni
Pero los presidentes de los clubes, agrupados en la Liga, tienen dudas. “Dicen que lo va a cuidar la AFA, pero es lo mismo que si lo pagáramos nosotros. ¿O de dónde crees que salen los fondos para pagar a los árbitros? repiten a coro.
La Liga transfiere dinero a la AFA, que a su vez paga los sueldos de los árbitros. La cuestión, entonces, es generar recursos genuinos para solucionar el VAR. En ese sentido, se está trabajando en un patrocinador que aporte parte del dinero para cubrir los gastos. Cada partido exigiría un gasto de 500 mil pesos. Con 14 duelos por jornada, habrá que destinar 7 millones cada fin de semana. Con 50 fechas por delante -entre la Copa y el torneo que comenzará en junio- se necesitan 350 millones.
A este número hay que sumarle que habrá tres árbitros adicionales en la cabina VOR (Video Office Room, tales son sus siglas en inglés), quienes cobrarán el 70% de lo que reciben los jueces de campo. Y desde hace tiempo hay reivindicaciones salariales que SADRA viene realizando.
“Hay atraso en sueldos del 70 por ciento en el periodo 2017-2021. El fútbol argentino se ha convertido en un coto de 20 árbitros internacionales que ganan muy bien y otros 600 que ganan la miseria”, dijo a Clarín Guillermo Marconi, secretario del sindicato. Este frente tormentoso que incluye la discusión de la paridad también encarece los costos.
La empresa Reftel SA, que suministra los intercomunicadores para los árbitros, en asociación con la empresa belga Simply Live, ganó la licitación como proveedor de soporte técnico. El equipo ya está amortizado, aunque aún no ha comenzado a funcionar oficialmente. Fueron comprados a principios de 2019 por $1,500,000. Las imágenes serán tomadas de la señal de televisión, que tiene al menos ocho cámaras en cada partido.
Una foto de 2020, cuando se hablaba de «la inminente llegada del VAR», con Chiqui Tapia y Federico Beligoy.
Se capacitaron 50 árbitros que trabajaban offline. Los jueces en cabina escucharon a sus compañeras en partidos de Ascenso, Reservas, fútbol femenino o Inferiores utilizadas como prueba. No hubo interacción, ya que los árbitros que estaban en el campo no tenían comunicación con los del VAR. Sin embargo, les dieron referencias desde el terreno de juego: “Posible mano sancionable”, “posible penalti”, “posible fuera de juego”. Y las imágenes fueron estudiadas en sus varios ángulos.
El VAR funcionará en lo que por ahora es un elefante blanco de 1.200 metros cuadrados levantado en Ezeiza. Según las previsiones más optimistas, estaría terminado en marzo. Allí se instalarán 8 cabinas VOR. Todo estará centralizado, como en la Liga Española, que tiene oficinas en el predio de Las Rozas, o en la Conmebol, que tiene su Centro de Formación de Arbitraje, desde donde opera el sistema que apoya tecnológicamente a los jueces de todo el continente.
Una de las dificultades fue el tendido del cableado y la fibra óptica. Según la encuesta de Clarín, solo el estadio Patronato tendría problemas de conectividad. En ese caso, se utilizará un camión exterior. En el resto de canchas, Telecom y Telefónica se encargaron del acondicionamiento técnico.
Habrá VAR en Argentina, pero la polémica seguirá, claro. En definitiva, hay seres humanos detrás de la tecnología. Y la interpretación mueve a seguir discutiendo largo y tendido en la barra.
Fuente: Clarin.com