Los nuevos propietarios del Chelsea han designado un «equipo de revisión externo» para investigar las denuncias de acoso dentro del club después de que un artículo del New York Times revelara que las condiciones en un departamento del club llevaron a una «cultura laboral tóxica».
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Según esta información, el exempleado Richard Bignell se quitó la vida en enero y el informe del forense vinculó el hecho a “la desesperación tras perder su trabajo”.
El Chelsea «investigará las acusaciones que se han hecho bajo la propiedad anterior», según un comunicado en referencia a la junta presidida por Roman Abramovich, quien vendió el club al magnate estadounidense Toddy Boehly en mayo.
El compromiso de la nueva junta
La declaración agregó: “La nueva junta directiva del club cree firmemente en un ambiente de trabajo y una cultura corporativa que empodera a sus empleados y garantiza que se sientan seguros, incluidos, valorados y confiables. Los nuevos propietarios han dado los primeros pasos para inculcar un entorno coherente con nuestros valores».
Bignell ha sido descrito por el club como un «miembro muy querido» y «un miembro muy popular y muy respetado de la familia más amplia de retransmisiones deportivas y de fútbol».
El comunicado concluye: «Nuestros corazones están con toda la familia de Richard. Su fallecimiento ha sido profundamente sentido por sus colegas en el club y en toda la comunidad del fútbol. Al enterarse de las circunstancias, la nueva propiedad se acercó de manera proactiva a la familia de Richard a través de su abogado.
Fuente: mundodeportivo.com