El Reino Unido al menos tiene la oportunidad de mitigar este mismo daño unos meses antes. De no hacerlo así, el destino financiero se vence. Si bien estoy de acuerdo con los optimistas en que la deuda soberana británica es manejable y que una reducción fiscal prematura sería una locura contraproducente (el índice de deuda aumentaría más rápido si hay una brecha de producción), no sería prudente ignorar por completo a los vigilantes de los bonos.
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria estima que el índice de deuda llegará al 105% del PIB este año, frente al 85% anterior al Covid. No hay una línea particular en la arena. Los mercados mundiales de deuda son un concurso de belleza entre lo malo, lo peor y lo espantoso.
El Reino Unido no es terrible. Tiene el vencimiento de deuda más largo entre los estados del G7 como colchón de seguridad y ventajas residuales como tenedor de la moneda de reserva. Dicho de otra manera: no tienes que correr más rápido que el león; tienes que dejar atrás a la otra cebra herida. Pero tienes que correr.
También debes prestar atención al elefante en la bañera global. El aumento en el Tesoro de los Estados Unidos …
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Fuente: www.telegraph.co.uk
Esta nota fué publicada originalmente el día: 2021-02-24 19:00:00