El monumento es un imán para los miles de turistas que lo visitan a diario y quieren llevarse sus imágenes como un tesoro. Foto AFP.
El cono indiscutible de Río de Janeiro y, por qué no en todo Brasil desde su inauguración en 1931, el Cristo Redentor o Cristo do Corcovado es una visita obligada para cualquiera que haya vivido en la ciudad durante 90 años.
En estas décadas de presencia se puede ver la colosal imagen, aún hoy y a pesar de los modernos edificios que parecen querer ganar altura, como un imán de piedra blanca que invita a conocerla de cerca.
Llegar a tu base es una aventura que se desarrolla en combis que parecen serpentear al ritmo de la samba, siguiendo las huellas del sinuoso camino que conduce a tus pies.
Ubicado en el Cerro Corcovado, el Cristo “custodia” la ciudad a más de 700 metros de altura en un entorno visual único. Foto AFP.
En su base, una capilla silenciosa para la oración de los fieles contrasta con el ajetreo lleno de maravillas de viajeros de todo el mundo que luchan por tomar fotografías con los brazos abiertos o por encontrar un lugar en las rejas de hormigón que los separan de un calle, empinada pendiente que le brinda, entre otras, vistas inigualables de la Bahía de Guanabara, Copacabana, Flamengo, Botafogo y el legendario estadio Maracan.
El Parque Nacional Tijuca ha sido su hogar desde que su construcción fue iniciada en 1926 por el ingeniero Heitor da Silva Costa, basada en una idea original del sacerdote católico Pier Boss y la Princesa Isabel, creada en el Brasil Imperial en 1858.
Musa inspiradora de músicos de Río de Janeiro como Tom Jobim, la estatua y el cerro fueron inmortalizados en la canción de 1960 de MPB «Corcovado», que todavía está presente en voces y oídos seis décadas después.
El amor de los cariocas por su «casquinha» se demuestra de todas las formas, incluidos los tatuajes permanentes. Foto AFP.
Los 220 escalones que conducen a sus pies se reforzaron, tras distintas reformas, con cuatro escaleras mecánicas instaladas en uno de los «retoques» en 2003 y, posteriormente, con tres ascensores panorámicos.
La institución suiza New 7 Wonders Foundation la declaró una de las nuevas «Siete Maravillas del Mundo» en 2007 después de una votación mundial.
Para llegar al monumento, se hace un agradable viaje en tren que, durante veinte minutos, atraviesa la Mata Atlántica hasta llegar a la cima del Corcovado.
Para facilitar el acceso de los visitantes, se construyeron tres ascensores panorámicos y cuatro escaleras mecánicas. El paisaje es espectacular, lo que hace que el recorrido sea imprescindible para cualquiera que visite la ciudad.
El martes 12 de octubre, el amistoso Cristo del Corcovado celebra su 90 aniversario. La ciudad celebra con la alegría que la caracteriza y con el cuidado que requiere la pandemia, la longevidad de su monumento más preciado.
Palabras clave de esta nota:
#Cristo #Redentor #celebra #sus #años #como #símbolo #paz #bienvenido #Río #Janeiro #Télam
Fuente: telam.com.ar