Cerca de 190 kilos de cocaína pura peruana, que llegó a la Argentina en un avión de la DEA, escoltados por agentes de la DEA y con una DEA arrepentida arriba, se perdieron en el corazón del centro de Buenos Aires, a metros del Congreso Nacional, en medio de una entrega controlada. autorizado por la Justicia Argentina.
El rastreador que Gendarmería recibió de la agencia de Estados Unidos para rastrear a los traficantes no era un satélite, las baterías han fallado y los narcotraficantes escaparon tras dar la vuelta a una gasolinera.
La droga fue encontrada solo un mes después. Y, sin embargo, las sorpresas no se acaban: las hogazas de coca estaban en un contenedor en el puerto, adosado al edificio de Centinela de Gendarmería.
Fueron mezclados con paquetes de pescado congelado para exportación y acompañados de otro lote de droga de una banda que estaba siendo investigada por el Juzgado Federal de Mar del Plata en el caso «Pescada Branca».
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Fuente: www.clarin.com
Esta nota fué publicada originalmente el día: 2021-04-10 09:01:04