Agentes del FBI bajo las órdenes del Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Oficina del Fiscal General pasaron horas registrando la casa de playa del presidente Joe Biden en Rehoboth Beach, Delaware este miércoles, por si guardaba allí más documentos clasificados después de los que aparecieron en una oficina y otra. residencia suya entre noviembre y enero pasados. La operación finalizó cerca del mediodía (media tarde en España) con resultado negativo, para satisfacción del presidente. No apareció un papel secreto más.
La búsqueda, que comenzó a primera hora de la mañana, estaba planificada desde hace semanas tras el hallazgo de un total de cuatro lotes de papeles secretos en manos del presidente: primero en la oficina que abrió hace seis años en el Penn Biden Center ( Washington) después de su etapa como vicepresidente de Barack Obama, y más tarde en su casa y garaje en Wilmington, Delaware.
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“Hoy, con todo el apoyo y la cooperación del presidente, el Departamento de Justicia está realizando una búsqueda planificada de su casa en Rehoboth, Delaware”, dijo esta mañana el abogado del presidente, Bob Bauer, en un comunicado.
La investigación, continuó, se está llevando a cabo «de acuerdo con los procedimientos estándar» del Departamento y «en interés de la seguridad e integridad operativa».
Tres horas y media después de que comenzara la búsqueda, Bauer emitió un nuevo comunicado: «No se encontraron documentos con marcas de clasificación».
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Pese a que días atrás se había anunciado el allanamiento en todas las propiedades de Biden aún no registradas, el abogado resaltó que no se había precisado la fecha concreta de la investigación. «Este trabajo se quería hacer sin previo aviso público, y acordamos cooperar», dijo.
Los primeros trabajos del presidente aparecieron en el Penn Biden Center de Washington el 2 de noviembre, es decir, ocho días antes de las elecciones legislativas de medio término. Pero la Casa Blanca no lo comunicó hasta enero, concretamente dos meses y ocho días después. Más tarde llegaron los hallazgos en la casa y el garaje de Wilmington, con retrasos adicionales, aunque menos evidentes, en la comunicación.
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El fiscal general de EE. UU. y el fiscal general Merrick Garland anunciaron el 12 de enero el nombramiento de un fiscal especial, el veterano y conservador Robert Hur, para supervisar la investigación y estudiar todos los documentos clasificados encontrados en la privada estadounidense Biden, una treintena en total hasta el momento.
El hallazgo de los documentos que guardaba el presidente -según él sin saberlo- ofreció a Donal Trump y a los republicanos una valiosa munición con la que contraatacar las acusaciones de obstrucción a la justicia y manejo inadecuado de material clasificado que pesan sobre el expresidente.
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El caso de Trump, a quien el FBI tuvo que registrar su casa en Mar-a-Lago (Florida) para confiscar los más de cien papeles secretos que escondía allí, está supervisado por otro fiscal especial, Jack Smith.
El 24 de enero también se hizo pública la aparición de documentos clasificados en la casa que el exvicepresidente y último número dos de Trump, Mike Pence, tiene en Indiana.