Cerca de quinientos efectivos luchan sin descanso contra el primer gran incendio forestal del año en España, en el este del país, entre las provincias de Castellón, en la Comunidad Valenciana, y Teruel, en Aragón.
El incendio, declarado este jueves, ha quemado ya más de 4.000 hectáreas y ha obligado a la evacuación de casi 2.000 personas de diferentes localidades, especialmente de Castellón. Ni las previsiones de viento, con rachas fuertes, ni las de temperatura están ayudando de momento a apagar las llamas, aunque la evolución general, aseguran las autoridades, es positiva.
Este lunes, el presidente Pedro Sánchez visitó la zona, recordando una vez más el peligro de la «emergencia climática».
Cuatro personas están siendo investigadas como posibles autores del incendio. Según ha informado la Guardia Civil, estaban realizando unos trabajos en la zona donde se desataron las llamas. Fuentes de los servicios de emergencia consideran que pudo haber habido malas prácticas agrícolas, pero la investigación sigue abierta.
Incendios como este que se declaran a principios de la primavera en España son cada vez más frecuentes en el país y se vuelven incontrolables en muchas ocasiones, por factores como la acumulación de biomasa por el abandono de las actividades agrícolas en el campo.