El rompehielos logró flanquear un bloque de hielo de más de 1.560 kilómetros cuadrados y ya se dirige a la base Belgrano II.
La Campaña Antártica de Verano 2022/2023 tiene un nuevo capítulo. El rompehielos ARA “Almirante Irízar” inició el pasado miércoles una de las travesías más difíciles. Inició su navegación hacia el sur del Mar de Weddell y, luego de flanquear un iceberg (A81) que se desprendió de la barrera de hielo Brunt, continuó su travesía náutica para abastecer a la base antártica argentina más austral.
Tal como lo planeó el Comando Conjunto Antártico (Cocoantar), el buque zarpó desde la Base Conjunta Antártica (BAC) Orcadas para trasladarse al BAC Belgrano II. La navegación presentará un gran desafío. Es que en los próximos días, para llegar a su destino, el rompehielos deberá atravesar un campo de hielo. Su presencia fue detectada a partir de las imágenes satelitales disponibles.
A esta comitiva se le añadió otro condimento: la grandeza del gigantesco iceberg denominado A81 que, a través del Departamento de Operaciones de la unidad, es monitoreado a bordo por personal experto del Servicio de Hidrografía Naval. El equipo está encabezado por la licenciada en Ciencias Oceanográficas, Ludmila Gómez Saez, y el Capitán de Corbeta y Licenciado en Ciencias Atmosféricas, Álvaro Scardilli.
¿Qué es el iceberg A81?
Este iceberg es producto de una ruptura ocurrida el 23 de enero en la barrera de hielo Brunt, que en 2021 ya había sufrido una primera fractura de otro gran iceberg: el A74.
En este caso se rompió uno de sus extremos y se generó un iceberg con una superficie de unos 1.560 km2. Con un área que abarca 25 millas náuticas de ancho por 30 de largo, fue bautizado como iceberg A81.
¿Por qué se llama así? La letra se debe al sector de la Antártida en el que se generó, el Mar de Weddell, y al número registrado a estos desprendimientos de las plataformas de hielo.
Además, se produjeron otras rupturas secundarias que formaron icebergs de varias decenas de kilómetros de largo, que también están a la deriva en el sur del mar de Weddell.
¿Por qué es desafiante?
La deriva de estos témpanos, el A81 y los demás secundarios, es hacia el oeste, siguiendo el canal por el que navega el rompehielos. Por ello, la particularidad de esta ruptura representa un desafío para el rompehielos, ya que se encuentran en la ruta que deben realizar para llegar a la Base Conjunta Antártica Belgrano II.
Desde antes de que ocurriera la ruptura de la barrera Brunt, el equipo del Servicio de Hidrografía Naval a bordo ha estado monitoreando las imágenes de satélite. Pero, tras la fractura, intensificaron la frecuencia de seguimiento.
También, diariamente sesiones informativas glaciológico donde se analizan las diferentes rutas para una navegación segura del Rompehielos hacia la Base Belgrano II.
Se estima que el gran iceberg, de aproximadamente 150 metros de profundidad y un promedio de 90 metros sobre el agua, se mueve lentamente hacia el oeste a una velocidad de aproximadamente 2 millas por día (aproximadamente 4 km).
A su vez, una vez arribaron a la zona A81, se realizó un vuelo glaciológico con helicópteros Sea King para sobrevolar el iceberg, y comprobar cuántos icebergs secundarios y escombros de hielo desprendió. No es un dato menor porque la presencia de estos factores podría dificultar la navegación.
Con esta información, el jefe del Departamento de Operaciones determinó la ruta de navegación más segura para flanquearlo. Simultáneamente, el glaciólogo podrá determinar si se observan grietas, que podrían causar otros deslizamientos dentro del iceberg A 81 que podrían ser peligrosos para la navegación de regreso al norte. Además, el Capitán Scardilli podrá analizar cómo se rompió esta grieta en la plataforma de hielo Brunt.
Importancia operativa y científica
“Utilizamos todos los medios a disposición del buque para obtener conocimiento científico y provecho para el Servicio de Hidrografía Naval y para la CONAE, que nos está dando un gran apoyo al enviarnos todas las imágenes que tiene el satélite Saocom de este iceberg gigante. . Esto nos permite hacer un seguimiento para saber hacia dónde y cómo se mueve”, destacó el comandante del rompehielos ARA “Almirante Irízar”, Capitán de Navío Carlos Recio.
Asimismo, respecto al A81, aclaró que desde el punto de vista operativo no representa un peligro debido a que el buque cuenta con todos los sistemas electrónicos de última generación, los cuales fueron actualizados para esta Campaña Antártica, y la capacidad humana a bordo para analizar y ser capaz de tener una navegación segura.
“Lo más importante es que contamos con los medios tecnológicos adecuados, personal con capacidad de análisis in situ, empírico y matemático, de primer nivel internacional, y gente experimentada a bordo que pueda entender lo que dicen los técnicos para transformarlo. en una operación segura”, recapituló el Capitán de Navío Recio.
mg
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Fuente: Titulares.com