La proclama del 20 de junio, por la «reanudación de Paraná», no está dirigida a los empresarios sino que es una advertencia al propio Alberto Fernández
El kirchnerismo está gestando una nueva hazaña épica: la batalla por la nacionalización completa de la vía fluvial. Es una misión a contrarreloj, porque la ampliación de licitación para la gestión de la principal hidrovía del país expira el 30 de julio.
La proclamación publicado el 20 de junio – con un texto lleno de alusiones a la recuperación de la soberanía, la necesidad de revertir las privatizaciones promovidas por el Consenso de Washington de la década de 1990 y con un léxico abundante en términos como «estratégico», «riqueza natural», » patrimonio «y» control estatal «- no deja lugar a dudas: lo que está en juego no es sólo tiene el guiño de Cristina Kirchner más bien, se ha convertido en una prioridad en la nueva «historia».
En el fondo de la polémica está la decisión de avanzar en la gestión de una gran empresa: a través de la principal infraestructura de transporte del país, mueven alrededor de 70.000 millones de dólares anuales.
Por otro lado, la extensión -con 3.442 kilómetros cubre siete provincias- implica la atracción de los peajes en los buques mercantes, algo que potencialmente puede convertirse en una caja millonaria para quien lo administra.
Como para tener una idea del potencial de la empresa, el año pasado solo los puertos alrededor de Rosario, el eje principal de la vía fluvial, recibieron 2.632 embarcaciones oceánicas, la mayoría de las cuales partieron con soja, maíz y sus derivados. Se estima que en total circulan a lo largo del trayecto alrededor de 4.000 barcos.
Los exportadores pagan $ 0.36 por tonelada neta registrada. Y el año pasado, al igual que el Bolsa de Valores de Rosario publicó un informe en el que se propuso un plan para bajar el peaje a $ 2,82 a cambio de una mayor inversión privada, se conoció la noticia de que Alberto Fernández crearía un Consejo Federal de Hidrovía, encargado de gestionar la relación con el operador privado que realiza el dragado.
Ya en esta ocasión, los empresarios comenzaron a advertir del riesgo que, lejos de mejorar las condiciones, esta reforma implicaría más burocracia y un peaje más caro, ya que los siete gobiernos provinciales, ahora con mayor margen de decisión, presionarían en esta dirección para mejorar sus ingresos tributarios.
Los contratistas temen que la nueva fase de la vía fluvial implique mayores costos y pérdida de eficiencia
Sin embargo, lo que en ese momento parecía un paso de estado hacia adelante en la vía fluvial hoy suena a reforma «ligera» comparado con lo que ofrece el kirchnerismo.
Es decir, lo quieren todo: quieren que el estado tome el control total de la hidrovía, lo que implica la nacionalización de todos los puertos -ha habido mucha inversión privada en Paraná por parte de los exportadores de granos-, se encarga del dragado y tareas de balizamiento y, por supuesto, la gestión administrativa incluyendo el cobro de peajes.
El encanto de otro negocio millonario
Teniendo en cuenta el tamaño de la empresa involucrada, no es de extrañar que los impulsores del proyecto estén tratando de imponerlo en la agenda nacional como un tema directamente. vinculado a la soberanía. En efecto, la proclamación del 20 de junio recordó no solo la del 25 de mayo – ligada a la deuda con el FMI – sino también otros «hechos» históricos de Cristina Kirchner, como la «toma de posesión» de las AFJP, Aerolíneas. Argentinas y el petróleo empresa YPF.
O, para tomar un ejemplo más reciente, en el frustrada nacionalización de Vicentin. Después de todo, por el agua 75% de los movimientos de comercio exterior Del país. Y si la iniciativa de Kirchner se ha centrado en algo, es recuperar el control de las exportaciones de cerealess, considerados demasiado estratégicos para dejarlos en manos de productores y exportadores a quienes se suele acusar de especular con el tipo de cambio, además de subfacturar para evadir impuestos.
El texto de la proclama – firmada por los líderes del kirchnerismo, entre otros por el exministro de Relaciones Exteriores Jorge taiana, el deputado Marcador de posición de Fernanda Vallejos, líderes sindicales como el camionero Pablo Moyano, representantes de movimientos sociales como Juan Carlos Alderete, figuras de los medios como Víctor Hugo Morales. Y sobre todo uno de los ideólogos de la «causa de la hidrovía», el escritor Mempo giardinelli, integrante del colectivo Manifiesto Argentino, que ha llegado a equiparar la situación de la vía fluvial con la de las Islas Malvinas, en términos de importancia para la soberanía nacional.
La proclama recuerda que hasta 1992, con la promulgación de la Ley Nacional de Puertos, era el Estado -a través de la Administración General de Puertos y la Dirección Nacional de Vías Navegables- quien se encargaba de la gestión portuaria, dragado y mantenimiento de la dorsal. . , Pero …
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Fuente: www.iprofesional.com
Esta nota fué publicada originalmente el día: 2021-06-22 22:35:00