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El lanzamiento de Horacio Rodríguez Larreta adelantó las presidenciales y cambió el eje del debate – Titulares

«¿Quieres ser feliz o tener razón?» Cuestionó durante años un enorme grafiti del Puente Saavedra del lado de la provincia de Buenos Aires, hasta que lo cubrieron de pintura: invitaba a los cientos de miles que pasaban a reflexionar largo rato por ese importante cruce de General Paz. avenida.

El grafitero anónimo se había anticipado por décadas al espíritu de la campaña para el candidato presidencial. Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno bonaerense decidió este jueves con su dilatado y calculado lanzamiento oficial de la candidatura presidencial de Juntos por el Cambio encarnar el «ser feliz» y arrinconar a su rival interna, Patricia Bullrich, en el papel de «tener la razón».

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Todas las encuestas, incluidas las del propio kirchnerismo, han augurado que es muy probable que el ganador de las primarias de Juntos por el Cambio sea el próximo presidente que asuma el 10 de diciembre.

Horacio Rodríguez Larreta en la rueda de prensa en la que anunció su candidatura presidencial (REUTERS/ Tomas Cuesta)Por: REUTERS

13 de agosto: el día clave

El día clave ya no es el 22 de octubre, fecha fijada para las elecciones presidenciales, ni la muy probable segunda vuelta del 9 de noviembre, sino el 13 de agosto: la elección presidencial se define en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias nacional. Y el cuadrilátero no ofrecerá la clásica lucha del antiperonismo contra el peronismo, sino el combate a muerte de «consenso versus ruptura”. O, si lo prefieres: en este rincón, sé feliz; en el otro extremo del anillo, tenga razón.

El ganador de esa pasantía se lo llevaría todo: la última encuesta de Jorge Giacobbe muestra a una Patricia Bullrich con mejor imagen que Rodríguez Larreta. Pero la encuesta de la joven encuestadora también indica que el 60 por ciento quiere que el Frente de Todos pierda las elecciones, y sólo el 24 por ciento define claramente por qué gana el kirchnerismo: gana el que sale de la lucha interna de Juntos por el Cambio.

Rodríguez Larreta optó por enfrentarse a su rival -que ya oficializó sus intenciones de competir en la oposición interna en 2021- en el campo más inclinado a su favor: el de consenso vs ruptura, e incluso definió que con consenso los argentinos pueden volver a «ser felices». Tiene seis meses por delante para intentar demostrarlo.

El propio Giacobbe da la clave de por qué este tribunal favorece la «felicidad del equipo» y perjudica el «tener la razón del equipo»: ofrece una nube de palabras de lo emocional que es la situación actual de Argentina para los encuestados y gana la «tristeza». muy por encima de la «ira». Esa «nube» estaría favoreciendo la posición de Rodríguez Larreta: habría más votantes en el «equipo de la alegría» que en el «equipo de la razón», que se alimenta más de la ira que de la tristeza.

El triunfo estará del lado de quien logre definir qué propuesta es superior: consenso o crack.

Pero ya en las elecciones presidenciales de 2015, el actual Ministro de Economía sergio masa Había apostado fuerte por una “avenida ancha en el medio” con su Frente Renovador para superar al kirchnerismo y la alianza Cambiemos y salió tercero, con un 20 por ciento: la avenida terminó convirtiéndose en un camino.

Pero aunque el electorado prefirió mauricio macri, las encuestas en realidad ya en ese momento mostraban que -en teoría- los extremos resquebrajados que prefieren tener la razón sumaban menos que las mayorías que podrían haber optado por ser «felices».

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Patricia Bullrich en Una Vuelta Más: «No hay manera de gobernar Argentina si no es con valentía».

Lo que ha cambiado de entonces a hoy es que el electorado ya ha pasado por demasiadas experiencias “resquebrajadas” que coronaron más de dos décadas de declive económico y aumento de la pobreza.

El consultor Carlos Fara revela que está viendo encuestas y grupos focales que muestran que cada vez hay más gente que está de un lado de la grieta, pero empieza a transigir: “es gente que dice que preferiría cortar las cabezas de Moyano, Baradel y Grabois, pero temen que al final se acaben cansando de esperar los resultados y acaben eligiendo los resultados antes de la pelea”, grafica Fara.

El equipo «Felicidad» vence al equipo «Tener razón»

Por algo, el jefe de Gobierno bonaerense descalificó duramente en su cuidadoso video de lanzamiento desde la Ruta 40 en la mismísima provincia kirchnerista de Santa Cruz que el crack es un “invento de los políticos para ganar elecciones”. Parecía una referencia casi prestada del iracundo “libertario” Javier Milei.

La conclusión de Larreta en su lanzamiento de video: «Con el crack se gana la elección, pero luego no se puede gobernar»: saludos al expresidente Mauricio Macri, quien tuvo la oportunidad de ampliar su coalición de gobierno para tener más margen de maniobra en 2015 y prefirió gobernar solo con lo que tenía: sus frustrados”gradualismo«no fue más que admitir que» ya que no voy a poder solo, entonces hago lo menos posible.

Macri dio señales claras de que no simpatiza con Larreta. Pero -luego de su frustrado paso por la Presidencia- hoy el apoyo del ingeniero pesa mucho menos que cuando, en 2015, decidió apoyarlo contra la candidatura de Gabriela Michetti a la alcaldía porteña.

Pero Macri tampoco fue muy explícito en su apoyo a Patricia Bullrich: optó por mostrarse el día del lanzamiento de Larreta acompañando una improbable precandidatura de María Eugenia Vidal, que podría comerse votos de Bullrich y Larreta. La exgobernadora de Buenos Aires conserva una buena imagen, pero su figura se ha desvanecido en los últimos años. Hoy ni siquiera está claro si es un «halcón» o una «paloma».

Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, los dos grandes contendientes de Juntos por el Cambio (Foto: Prensa CABA/Télam)

En tanto, Patricia ya cometió su primer error antes del primer round en la pelea que le ofreció su retadora, Larreta, al aceptar el ring y las reglas propuestas por el jefe de gobierno: en un hilo de Twitter planteó horas antes del lanzamiento de su rival: “ No hay lugar para dialogar con quienes son parte del problema y profundizan la decadencia de nuestro país. No hay lugar para respuestas tibias ante la triste realidad que padecemos los argentinos” y pone varios ejemplos de personajes con los que no sería posible dialogar: Cristina, Massa, Baradel, Grabois, Aníbal Fernández, Eugenio Zaffaroni.

Más allá de que el propio Larreta tuvo que aclarar en la tarde del jueves que su límite es el kirchnerismo y que su propuesta de consenso no implica una coalición con Cristina o el sindicalista Roberto Baradel: su talón de Aquiles.

La debilidad del larretismo podría ser que el alcalde de Buenos Aires no se atreva a definir cuál sería el plan económico y las reformas concretas que emprendería, como afirma, “no en los primeros cien días, sino en las primeras cien horas” para las que tanto consenso necesitaría.

“No llegamos a lo de Carlos Menem para decir que si decimos lo que queremos hacer, en una de esas no nos votan, pero tampoco podemos dar tanto detalle”, confiesan allegados a Horacio Rodríguez Larreta. .

Lo de Menem es probablemente un mito autoconstruido por el riojano, que con sus exóticas patillas llegó al poder en plena hiperinflación de Raúl Alfonsín con un discurso ambiguo y más bien setentero. Luego recurrió a una economía occidental totalmente pro-mercado con privatizaciones y desregulaciones como nunca antes.

Muchos analistas sostienen que Menem, en realidad, durante la campaña electoral de 1989 no tenía idea de qué hacer en materia económica, pero la caída del Muro de Berlín lo sorprendió justo al inicio de su presidencia. El pragmatismo del riojano lo «empujó» hacia el oeste de Berlín. Tuvo éxito y no tuvo que arruinar su fama admitiendo que todo fue “una casualidad”. Así habría nacido el famoso “si decía de frente lo que iba a hacer, en una de esas no me votaban”.

Uno de los retos de Bullrich será evitar una fuga masiva de «votos de castigo» en las PASO hacia Milei.

En el larretismo, apuestan igual a la fórmula del menemista desconocido porque sostienen que «la gente quiere reformas, pero no quiere aceptar sacrificios» y señalan que Patricia «no tiene mucha idea de qué planes concretos tiene».

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Vienen más detalles javier milei. Pero en el búnker de Larretista de la calle Uspallata, irónicamente ven al desaliñado economista casi como un aliado no confeso que puede llevarse una parte del voto “craqueado” de Patricia Bullrich y terminar dañando las aspiraciones presidenciales del titular del PRO más que las propias.

El reto de Bullrich, además de conseguir abrir las carteras de los empresarios reacios a financiar su campaña, será evitar una fuga masiva de «votos de castigo» en las PASO hacia Milei.

El otro reto de Patricia Bullrich será proponer un lanzamiento más incómodo a Rodríguez Larreta, en el que deberá explicar con más detalle qué plan aplicará con el consenso que promete. Pero para eso, primero la titular del PRO debe presentar su propio plan con mucho más detalle.

Deberá demostrar por qué tener razón puede ser mejor que ser feliz.

Fuente: TN

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