San Pablo
Parece una telenovela, pero es la vida real. El magnate del vino español Alejandro Fernández, quien murió en mayo a la edad de 88 años, repudió a tres de sus cuatro hijas apenas cinco días antes de morir. Según el diario español El País, se había peleado con ellos porque lo habían destituido de las empresas que fundó.
Fernández estaba impugnando a sus hijas en los tribunales tras ser destituido de la dirección de sus bodegas. Cambió el testamento para que Olga, Mari Cruz y Lucía, las tres que habrían participado en el operativo para sacarlo de las empresas, no se quedaran con nada de su fortuna.
Poseía el 49,72% de la empresa Bodegas Pesquera, que elabora vinos desde 1975. En 2020, la familia estimó que la empresa valía 150 millones de euros (unos R $ 920 millones).
La exesposa de Alejandro Fernández, Esperanza Rivera, también es dueña del 49,72% de la empresa. Además, en la década de 1990, entregó el 0,28% de las acciones a cada una de sus hijas. Tras el divorcio en 2018, las tres hijas se unieron a su madre y lograron sumar el 50,56% del negocio, teniendo derecho a dictar decisiones.
Con el cambio de voluntad, la menor, Eva, se convierte en la única heredera. Ella había sido la única que había apoyado a su padre al comienzo del conflicto familiar.
El documento también definió que las nietas reciben la parte obligatoria de la herencia que sería de sus respectivas madres. En los últimos días de su vida, el empresario también cambió al albacea del documento, dejando en el papel a un abogado que es amigo de la infancia de su hija favorita.
Según fuentes de El País, Eva se quedará con casi el 75% de la herencia y el resto con sus nietas. Como la empresa tenía varias marcas, bodegas y propiedades, la división aún no se ha establecido.
Noticia de Brasil
Palabras clave de esta nota:
#magnate #del #vino #deshereda #tres #hijas #cinco #días #antes #morir #viste