La inteligencia artificial (IA) tiene todo que ver con el CDC (Código de Defensa del Consumidor). Por lo tanto, un marco legal para la Inteligencia Artificial seguramente tendrá que relacionarse con la CDC, el Marco Civil da Internet y la LGPD (Ley General de Protección de Datos Personales). No descarto que, en algún momento, tengamos que incluir artículos en el CDC para que este vínculo sea más claro y productivo.
La primera conexión se da en el derecho a la información, uno de los puntos destacados de la CDC. El consumidor tiene el derecho legal de ser informado si se utilizó IA en la prestación de servicios, en marketing, en el mapeo de intenciones de compra y en la fabricación de un producto.
También tenemos derecho a saber si, en situaciones de consumo, estamos interactuando con la IA. Y debe haber total claridad sobre, por ejemplo, los motivos por los que se nos negó la financiación para una determinada compra. ¿Qué criterios se utilizan? ¿Cómo define un algoritmo un mayor o menor riesgo de incumplimiento?
Hay situaciones en las que tenemos la impresión de que nuestros pensamientos están siendo leídos. De hecho, estamos rastreados todo el tiempo. Una simple consulta sobre un producto hace que aparezcan anuncios específicos en cada acceso a una red social.
Otros aspectos a considerar son el funcionamiento de los productos y servicios. ¿Quién es responsable de un accidente por problemas técnicos en un coche autónomo? Adelanto que, autónomo o convencional, la responsabilidad será solidaria, es decir, de quien fabrica y vende.
¿Y los robots que cuidan a los ancianos? ¿Y si por alguna razón se equivocan en la administración de un medicamento, perjudicando la salud de la persona atendida? Una vez más, la responsabilidad se dividirá entre el fabricante y el vendedor. Esto también ocurriría en una cirugía con robótica, lo que provocaría complicaciones e incluso la muerte, involucrando al médico, al hospital y al fabricante.
También puede ser necesario estandarizar mejor el servicio al cliente virtual. El robot asistente solo puede responder preguntas triviales, previamente programadas. Ante casos más complejos, debe transferirse inmediatamente a un asistente humano. También defiendo que el consumidor puede optar por ser atendido o no por un robot.
El servicio inadecuado por una aplicación automatizada será responsabilidad de quien desarrolló el asistente virtual y la empresa que compró la aplicación.
En diciembre, el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco (PSD-MG), recibió una propuesta de ley sustitutiva para regular el desarrollo y uso de la IA en Brasil. El texto contiene varias obligaciones de gobernanza para proveedores y operadores de sistemas de IA. Según el diario Valor Econômico, este estudio fue elaborado por una comisión de juristas designada por el Senado.
Hay mucho trabajo por delante para la definición de una legislación moderna, con un enfoque en los derechos de los ciudadanos. Seguiremos tratando mucho este tema.
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Noticia de Brasil
Fuente: uol.com.br