Más de 1.000 millones de alfajores se consumen al año en Argentina y Jorgito y Fantoche son dos de las marcas más conocidas del sector Aunque no fueron pioneros, lograron consolidarse dentro del segmento de precio medio. Pero lo que no muchos saben es que, en los años 70, hubo un pacto entre los dos para continuar en la senda del crecimiento.
En 1945 Guaymalín marcó el camino de la industrialización y tres años más tarde lo siguió La Habana. Amador Saavedra y José Fernández lanzaron el Jorgito en 1960 y con su estrategia enfocada en quioscos y clubes, rápidamente se hicieron un hueco. Tiempo, los Diguez debutaron con Fantoche en 1964 y luego rompieron el mercado con su triple alfajor.
Hasta entonces, el negocio estaba dirigido por un grupo de empresas familiares, sin embargo, las grandes empresas de alimentación empezaron a echar un vistazo a una categoría en auge. Para sobrevivir, y también para crecer, Jorgito y Fantoche hicieron un acuerdo verbal que duró más de dos décadas y aún hoy marca su camino.
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Fuente: cronista.com