El Papa mejora y podría recibir el alta en los próximos días

Los médicos del hospital Policlínico Gemelli de Roma, donde el Papa Francisco está ingresado desde el miércoles, ya saben lo que padece. El Pontífice padece una bronquitis de origen infeccioso y está respondiendo bien al tratamiento antibiótico intravenoso, por lo que, según «la evolución esperada», «podría ser dado de alta en los próximos días».

Así lo ha anunciado este jueves el equipo médico que sigue al Papa, que ha notado una «clara mejoría en su estado de salud» desde que se encontraba hospitalizado en el apartamento reservado a los papas en la décima planta de este centro de salud romano, que se encuentra la noche tenía las luces encendidas. Es una zona que durante las largas estancias de Juan Pablo II se conoció como el «Vaticano 3», detrás de la residencia de verano de Castel Gandolfo.

El Pontífice pasó una noche tranquila, y tras desayunar leyó la prensa y volvió al trabajo

Jorge Mario Bergoglio dedica su ingreso hospitalario al descanso, pero también al trabajo, según ha informado su portavoz, Matteo Bruni. El Papa pasó una primera noche tranquila y por la mañana, después del desayuno, leyó algunos periódicos y volvió al trabajo. Antes de comer se dirigió a la capilla del apartamento privado -añadió el vocero- donde rezó y recibió la Eucaristía”. Por la tarde, el obispo de Roma se dedicó a «descansar, orar y algunos asuntos comerciales».

La agencia de noticias italiana Ansa también publicó que las enfermeras Gemelli son «muy optimistas» pensando que, salvo sorpresas, el Papa puede ser dado de alta antes de que comiencen las inminentes celebraciones de la Semana Santa con la misa del Domingo de Ramos el 2 de abril. Le han realizado todo tipo de pruebas, como una tomografía computarizada de tórax, pero los resultados no hacen temer una situación alarmante. La saturación de oxígeno en sangre se controla en todo momento.

La salud de Francisco, de 86 años, ha sido motivo de preocupación desde que la Santa Sede informara este miércoles de que se encontraba en el hospital para «controles preprogramados», algo que desató todo tipo de rumores en Roma. Al final, el Vaticano tuvo que explicar que el papa argentino llevaba unos días con dificultad para respirar y sus médicos consideraron que lo mejor era que lo trasladaran al hospital, donde permanecería unos días para recibirlo”. tratamiento médico «adecuado». Sus colaboradores despejaron rápidamente su agenda para este jueves y este viernes y también cancelaron una entrevista con un programa italiano para un especial de Semana Santa.

El Papa llegó al Gemelli en un vehículo sanitario después de que, tras regresar de la audiencia del miércoles, se encontrara mal y su enfermero privado, Massimiliano Strappetti, recomendara el ingreso hospitalario. Este es el mismo retrete que Francisco dijo que le “salvó la vida” porque lo convenció de someterse a una operación de colon en 2021, en el mismo hospital, en la que le extirparon 33 centímetros de intestino. La audiencia transcurrió con normalidad, pero permitió ver al Papa más cansado y serio que de costumbre y con las manos hinchadas.