Kirill Tereshin tiene 25 años y lejos de ser conocido por sus grandes actuaciones deportivas, se volvió viral por una experiencia que tuvo con su propio cuerpo y el extraño tamaño que adquirió su bíceps. Ah, y sobre todo por su apodo: Popeye ruso.
El joven, que practica culturismo, se hizo famoso hace unos años cuando comenzó a competir en varios deportes con los brazos salientes. ¿Cómo llegó a ser así? Buscó ganar masa muscular en sus brazos a cualquier costo y recurrió a una práctica inusual: inyectarse en sus brazos una mezcla casera de aceite, alcohol behenílico y lidocaína.
Imágenes impactantes de Tereshin.
Al principio, se arriesgó a perder ambos brazos y terminó en el quirófano por primera vez. Aunque los médicos le quitaron parte de la inyección, sus brazos estaban hinchados cuando decidió reemplazarla con implantes de silicona. Ahora tendrás que someterte a una nueva cirugía …
Hace unos días sufrió una herida dolorosa y visible: el joven hizo estallar los músculos de su brazo izquierdo en medio de una pelea de exhibición. Aunque duró unos minutos, luego tuvo que detenerse y mostrarle a la cámara cómo estaban sus bíceps, que cedieron en medio de una pelea que no fue muy estética para los espectadores, pero sí mucha fricción.
Luego de ese evento, tuvo que volver a ver a los médicos para ver cómo evolucionaba su situación y documentó todo para compartir con sus seguidores en Instagram y YouTube. En el video, comentó sobre su difícil presente. «Pronto tendré una tercera cirugía muy complicada y difícil», comenzó.
ESTA CONSULTA FUE DOCUMENTADA
Al registrarse en una tomografía computarizada, se dio cuenta de las consecuencias fatales que enfrentaría si no decidía someterse a una cirugía: desde perder los brazos hasta morir. «No sé cómo terminará. Levanté los brazos a los 20 debido a mi propia estupidez. No pensé en las consecuencias. Necesito deshacerme de esta pesadilla», dijo.
El cirujano Dmitry Melnikov no salió a advertir sobre las complicaciones de la cirugía: «El riesgo de complicaciones en este caso es muy alto. Pero la falta de acción no ayudará al paciente. Una sustancia tóxica a largo plazo en el cuerpo puede complicar los riñones y provocar la muerte».
El ruso Kirill Tereshin.
Alana Mamaeva, ex esposa del jugador de fútbol ruso Pavel Mamaev, convenció a Tereshin para que se sometiera a una cirugía, y recientemente se ha convertido en defensora de las víctimas de una cirugía plástica fallida. «Tuve que ayudar a Kirill a eliminar sus horribles mutilaciones», dijo Alana.
«Tengo tanta suerte de que haya médicos que me tratan. Dios no quiera que le pase algo a ese nervio y no puedo mover el brazo. Estoy muy preocupado, muy asustado. Sé que tengo la culpa, debería haber pensado De eso antes, los implantes me daban fiebre alta, fuertes dolores y mucha debilidad ”, comentó el ruso Popeye. No hay una fecha confirmada para la operación, pero se llevará a cabo en Moscú.
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Fuente: ole.com.ar/